Tiquisio Nuevo es un corregimiento del municipio de Tiquisio, en una de las zonas con más difícil acceso del Sur de Bolívar, la Mojana bolivarense. El abandono del Estado es absoluto, las pocas obras públicas del pueblo fueron construidas por sacerdotes franciscanos en la década de los 80 y todo está a punto de derrumbarse. El centro de salud tiene los techos podridos y el servicio médico es inconstante; la red de acueducto y alcantarillado colapsa continuamente; hay un solo colegio de primaria y secundaria, pero no tiene los profesores completos porque la Secretaría de Educación departamental trasladó en los últimos dos años a los pocos docentes que quedaron en el pueblo después de que el conflicto armado devastara a la comunidad tiquisiana.
El 45% de los estudiantes de secundaria en Tiquisio Nuevo son de veredas aledañas y a diario caminan hasta tres horas para llegar al colegio. Las trochas en que los paramilitares y guerrilleros asesinaban a sus víctimas ahora son los caminos que recorren solitarios los adolescentes indefensos. Algunos que viven en las veredas más lejanas llegan al colegio remando en sus pequeñas canoas, que en épocas de lluvia parecieran querer hundirse en los caños caudalosos de la región.
Los estudiantes de las veredas caminan para recibir apenas una o dos horas de clases porque en la Institución Educativa de Tiquisio Nuevo no hay profesores de inglés, matemáticas ni de español y literatura. Recientemente trasladaron al norte de Bolívar a los docentes de física, cálculo, química y biología.
Las directivas del colegio, en compañía de la comunidad, han presentado derechos de petición, acciones de tutela, pero aún no hay respuesta. Algunos, nombrados por la Secretaría de Educación, renunciaron o consiguieron extrañamente su traslado.
Por ello la comunidad se ha organizado para contratar a una joven del pueblo, licenciada en inglés, y le han solicitado al párroco que dé las clases de filosofía, para que por lo menos les enseñen lo básico a los estudiantes de undécimo grado, que van a presentar sus pruebas ICFES en septiembre.
La deserción escolar en Tiquisio Nuevo es alta, el embarazo en adolescentes es la primera causa por la que las estudiantes abandonan las aulas; los jóvenes comienzan a sostener a sus familias desde los 12 años, dedicándose a la minería de oro o a la agricultura.
El departamento de Bolívar pareciera llegar hasta Magangué y Mompox, porque las condiciones sociales de los municipios del Sur de Bolívar ni siquiera son lamentables, sino vergonzosas para todo el país.
Lo que no logró el conflicto armado lo está logrando el abandono del Estado: acabar con toda una comunidad campesina laboriosa como la de Tiquisio Nuevo.
*Estudiante de Comunicación Social Universidad de Cartagena
nelsonrafaeljc@hotmail.com
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