Estoy convencida que todos somos con los demás, con el otro, porque cada persona complementa al mundo que la rodea. Hace días me llamó Best Buddies, una organización internacional creada por Anthony S. Kennedy desde hace más de 25 años con sedes en 56 países. En Colombia lleva 13 años, logrando milagros tan importantes como que el empresariado colombiano abriera sus puertas laboralmente y tenga a más de 600 jóvenes trabajando dignamente, recibiendo salarios que les permiten sentirse útiles y aportar a la economía familiar. Me solicitaron que conociera la historia de un joven con “Síndrome de zarandeo”, Jainer Galvis Jiménez, y después escribirla. Me sentí privilegiada porque tengo un amigo del alma discapacitado que me ha enseñado a mirar las cosas diferentes, Juan Martín Estor, quien también me ha inspirado a escribir cuentos infantiles y a pesar de sus limitaciones, desde su silla de ruedas, es fotógrafo, hace panes, baila con sus manos, moviendo la cabeza de un lado a otro y esparce gotas de rocío irisadas a todo lo que se le acerca.
Jainer llegó a la cita con su madre, estaba nervioso, las manos le sudaban. Después de hablar con él, le dije que yo lo haría famoso, me sonrió y apretaba sus manos esbozando una ingenua sonrisa.
Jainer, transparente, sin malicia, estudió hasta cuarto de primaria pero por su discapacidad no pudo continuar. Su madre notaba en él, a pesar de su edad, ganas de seguir adelante, eso la llenó de mucho valor y logró que lo metieran en aulas especiales en donde siguió estudiando. Entre lucha y lucha de su madre, separada de su esposo, con otra hija por atender y en condiciones económicas precarias, fueron convocados por gente de Bogotá, de la fundación Best Buddies Colombia, junto a un grupo de padres y jóvenes igual que Jainer y les hablaron de un curso Sena, de Logística en Eventos y Servicios Empresariales y que Jainer estudiaría y se capacitaría y que además haría sus prácticas. La felicidad se le notaba a Jainer en el rostro. En el 2012, Jainer ingresó al programa de formación y fue patrocinado por la empresa ETEC; lo recibieron fraternalmente y le dieron apoyo, además la fundación Best Buddies Colombia nunca lo deja solo, él tiene una persona que lo ayuda, siempre está ahí. Jainer, a pesar de su discapacidad es un joven feliz, trabaja y le pagan. Su madre sabe que él hace cosas que quería. Cumple sus objetivos llevando una vida normal. En oficios varios transcurre su vida y se siente importante. Estos programas me reaniman y nos invitan a seguir abriendo las puertas a estos seres que cargan consigo una historia de limitaciones, pero de mucho amor.
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