“Llego ante este calificado auditorio con el ánimo de presentarles un libro que creemos se convertirá en un texto de consulta, no sólo para los cultores de la historia, sino también para aquellos que se interesen por la cultura. Se trata de una síntesis de los cien años del Boletín Historial de nuestra Academia de la Historia; consideramos que el texto editado rescata de manera diacrónica la historia de los hitos más relevantes de la ciudad amurallada. A manera de digresión vale la pena enfatizar que la Historia hace parte de las ciencias humanísticas, en razón a la utilidad que le ha proporcionado al ser humano para conocer y entender el acervo cultural de las diferentes civilizaciones; construir su propia identidad e indagar los eventos del pasado y finalmente elaborar su propia idiosincrasia. Ese conocimiento de la Historia nos permite reconstruir ese pasado, tener una visión sobre el mismo, con perspectivas diferentes, no sólo de la propia, sino la de otras culturas. Conocer los sucesos a fin de cimentar una nueva realidad dándole fortaleza al pensamiento crítico. Este libro, es un documento dirigido a investigar los hechos históricos de Cartagena, el desiderátum es alcanzar ese cometido con esta obra que hoy entregamos al escrutinio de ustedes.
“La isla Calamarí sobrevivió la metamorfosis hacia la Cartagena de Indias. Más tarde, el rey Felipe II encomendó al mariscal Luis Tejada y al ingeniero militar italiano Bautista Antonelli, construir las murallas y fuertes, el español Antonio de Arévalo, contribuyó a esa empresa. Bastiones que sirvieron para la defensa contra los invasores en los siglos XVII y XVIII. Cartagena, paulatinamente, por su estructura material se convirtió en una auténtica ciudad fortaleza; con el advenimiento de la independencia recibe el título de “Ciudad Heroica”, por el penoso trasegar ante el embate del pacificador Pablo Morillo, culpable de la tragedia de la ciudad y de la secuela de muertes y de contera el sacrificio de los nueve próceres.
Precisamente, retornando a la diacronía, el libro que hoy presentamos revela verazmente varias etapas del proceso histórico consignado en sus páginas, por los escritos de quienes en estos cien años dejaron su impronta intelectual y conocimiento histórico en los 179 boletines que se destacan en el texto. Allí aparecen los edictos de los juicios a los próceres con la escritura propia de la época y la descripción de los actos de vejación a esos mártires cartageneros”...
COLETILLA. Fe de errata. En el texto del discurso el “diablillo del computador” borró a los Presidentes Roberto Arrázola Caicedo, Rodrigo Caballero González, Eduardo Lemaitre Román, Rogelio Méndez Brid y Donaldo Bossa Herazo.
(*) Fragmento del Discurso en el Museo Naval
*Exdirector de El Universal. Académico de Medicina e Historia.
dmorond@gmail.com
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