Era de esperarse. Las Farc aprietan Santos con 3 objetivos: mostrar fuerza; mostrar la debilidad y urgencia del gobierno; y sacar más concesiones. No sabemos aún (Santos no da puntada sin dedal) si esa era la reacción que necesitaban de las Farc.
En el país logró que el sector más voluntarista milite aún más por la paz. También, que algunos indecisos, los asustadizos, se definan por la paz. Así puede mostrarse ante los sectores más duros de la sociedad que lo eligieron como quien no se deja mangonear por las Farc, pero estos últimos ya no le creen.
Santos le devolvió el estatus de actor armado del conflicto a las Farc. Las igualó a las Fuerzas Militares, y a sus jefes, a los dirigentes del Estado. Siempre buscaron paridad con el Estado, y con este proceso se les entregó. La credibilidad nacional e internacional y la legitimidad, que les quita el estigma de terroristas, son ganancias que les regaló a las Farc.
Para fortalecer ese estatus, el de igualdad con la institucionalidad, es suspenden temporalmente el proceso. No les consultan el proceso de refrendación de la negociación y por eso se levantan. Pero le ayudan a Santos con una cortina de humo mediática al paro agrario y fortalecen la propuesta del referendo, pues lo facilita ante la opinión pública que a las Farc no les guste.
Las Farc siempre usan la negociación para acumular fuerza política y militar. Darle un golpecito a la mesa no es nuevo. Jugarán con el desespero del Gobierno y su regreso costará. No serían raros unos golpes terroristas para presionar aún más al gobierno y a la sociedad. Y si Santos quiere terminar el proceso, puede mostrarse como víctima de la intolerancia de las Farc.
Otra cosa es la burda maniobra política de hacer coincidir un referendo con las elecciones parlamentarias o presidenciales. Pretende Santos, vergonzante, sacar adelante un proceso que divide al país. La paz, bien hecha, no debería necesitar ayuda para lograr el umbral o una votación abrumadora. Ni debe legitimarse por la puerta de atrás. Más vergonzoso es que con descaro el Presidente use este tema y de esta manera para ayudar a su reelección.
La Corte Constitucional fue clara: no se mezclan los mecanismos de participación con otras elecciones. Así se hizo con el referendo del 2003. Se respetó cada fuero electoral. Mezclar elecciones pervierte el origen de cada una y la del parlamento con la de Presidente son en fechas distintas. O las nacionales con las regionales en años distintos.
Con su triquiñuela electoral Juan Manuel Santos demuestra que Hugo Chávez fue su mejor amigo y mentor político: el triunfo a toda costa. Qué vergüenza.
fsantosrcn@gmail.com
Comentarios ()