Columna


Vendepatrias y mentirosos

MAURICIO CABRERA GALVIS

17 de septiembre de 2017 12:00 AM

No podían ocultar su cara de satisfacción. En las entrevistas radiales la voz se les notaba emocionada, pues habían logrado su objetivo de desprestigiar al país para desacreditar al gobierno Santos y ganar puntos para sus campañas electorales.

Me refiero a la reacción de los dos expresidentes, el de los falsos positivos y el del Caguán, frente a las irrespetuosas amenazas de Trump de ‘descertificar’ a Colombia dizque por fracasar en la lucha contra el narcotráfico. Lograron lo que buscaban con sus cartas y contactos con el Congreso y Gobierno norteamericano, sin importarles las consecuencias negativas para el país.

Lo que hicieron estos dos personajes es anteponer sus intereses electoreros y odios personales, a la suerte del país. Los partidos por encima de la patria, es la consigna retorcida de los vendepatrias.

Lo peor es que justifican sus infamias con mentiras. Con descaro dijeron toda clase de falsedades, sin que ninguno de sus entrevistadores se atreviera a aplicarles el detector de mentiras para controvertirlos.

Las patrañas que dijo a la W el expresidente del Caguán son: que se suspendió la fumigación con glifosato como una concesión a las Farc, causa del aumento de los cultivos ilícitos. Doble mentira: se decidió no fumigar por razones científicas y jurídicas, y el aumento de los cultivos tiene otras razones que ya he analizado.
Dijo que Samper le entregó el país con 180.000 ha de coca y que él las había reducido a 90.000. Mentira. Según el SIMCI, de las Naciones Unidas, en diciembre de 1997 había 79.000 ha de coca. Fue en su gobierno cuando aumentaron a 102.000 en 1998 y al máximo del país -163,000- en el 2000, por el sometimiento a las Farc en el Caguán. Al final de su gobierno solo las redujo a 120.000.

Para defender a su nuevo mejor amigo, dijo que en el 2010 se redujo la coca a 40.000 ha. Otra mentira. Al final del gobierno de la seguridad democrática aún había 85,000 sembradas. En su inquina contra el presidente y el vicepresidente no mencionó que la mayor reducción de cultivos ilícitos se logró en el primer período de

Santos, al final de los 5 años de Óscar Naranjo como director de la Policía, pues en el 2012 hubo el mínimo histórico de 49.000 has.

Para echarle más agua sucia al país dijo que el fracaso en la lucha contra el narcotráfico era responsabilidad de Colombia pues Estados Unidos si reducía su consumo.

Otra doble mentira, porque allá sigue aumentando la demanda de cocaína, y porque el éxito contra el narcotráfico no se mide solo por el área sembrada sino por la cocaína incautada. En las épocas del Caguán, con 180.000 ha sembradas solo se incautaban unas 25 o 30 toneladas anuales, pero el año pasado se incautaron 384 toneladas. Colombia sigue luchando contra el narcotráfico.

Además de vendepatrias, son mentirosos.
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Adenda: Tiene razón Humberto de la Calle: sería un suicidio del liberalismo no escoger su candidato este año para participar en una consulta interpartidista en las elecciones parlamentarias del año entrante. Y sería un suicidio colectivo de los sectores progresistas si no se unen tras un solo candidato para la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

 

 

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