Un modelo en general describe un sistema y en la mente puede ser que se haga referencia solo a funciones. Un modelo es el de Freud, y analogías de Jonathan Haidt, Psicólogo de la Universidad de Nueva York:
1) Analogía del carruaje: los caballos son ello, lo más primitivo de la mente humana, que con fuerza actúan a necesidades de comida, agresividad, así como de sexo, desean un premio inmediato y placer; es inconsciente. El yo es el cochero, dirige los caballos para que sigan el camino. Es racional y planea. Controla la fuerza de los caballos y recibe influencia del Señor en el carruaje que es el superyo, quien exige al cochero lo moral y guía por su experiencia y sabiduría. El yo es un delicado equilibrio de ello y el superyo, el yo es inconsciente. Yo y superyo son gran parte inconscientes.
2) Analogía del elefante: algunos sicólogos dicen que hay dos partes independientes permanentes del cerebro: el lado emocional y el lado racional. Jonathan Haidt usa otra analogía para explicar ambos: el lado emocional es el elefante, el lado racional es el conductor; pero en un desacuerdo, el elefante suele ganar.
Así es descrito por Haidt, quien imagina la mente consciente como el conductor sobre un elefante: mantiene las riendas tirando de una y otra, guía al elefante para virar, parar o avanzar. Puede dirigir, pero sólo cuando el elefante no tiene deseos propios. Cuando el elefante quiere hacer algo, no se puede evitar. El sistema controlado puede verse como un asesor con un conductor sobre el elefante que ayuda a tomar decisiones. El conductor puede ver más lejos en el futuro y en la distancia; puede recibir información valiosa de otros o leer mapas y medios, pero no puede hacer que el elefante siga órdenes contra su voluntad. El elefante maneja intuiciones, reacciones viscerales, emociones que conforman gran parte del sistema automático. El elefante y el conductor tienen cada uno su propia inteligencia y cuando trabajan juntos permiten el brillo de seres humanos. Pero no siempre trabajan bien juntos
En antiguas tradiciones meditativas, el elefante era considerado una analogía de la mente. Es un animal majestuoso y poderoso, que bien entrenado puede llevarnos a donde queramos. Pero, un elefante salvaje puede ser destructivo.
El Elefante suministra la energía, pero su necesidad elemental de gratificación inmediata y continua, muchas veces impide al conductor en lograr sus objetivos de largo plazo.
3) Mis estudios muestran una correlación extraordinaria de lo descrito con mentalidades de Carol Dewck, que presento con decenas de casos históricos y experimentos controlados; son base de mi iniciativa para generar innovadores en la Región Caribe.
*Ex Comandante ARC, Ph.D
eromerov.4@hotmail.com
Comentarios ()