Mi voto en las elecciones del próximo 25 de octubre, será por Sucre.
Por Édgar Martínez Romero, para que sea el próximo Gobernador de Sucre.
Por Sucre, para abrir la trocha que conduzca a la liberación de un territorio cooptado por la corrupción, el clientelismo y la burocracia incompetente y mediocre, que han impuesto los clanes familiares y políticos que se tomaron este departamento hace cincuenta años y en el cual han ejercido señorío humillante y de absoluto sometimiento a sus intereses.
Por Sucre, para promover su desarrollo y progreso humano, económico y social, desde un realista y efectivo Plan de Desarrollo que sea capaz de transformar las dinámicas socioeconómicas, de infraestructura, empleo y educación, en un territorio excluido hasta el exceso de estos componentes por la pésima, corrupta y nula gestión de quienes en él han detentado gobierno y poder para su provecho personal y familiar.
Por Sucre, porque Édgar Martínez Romero, Gobernador 2016 – 2019, se ha comprometido a implementar y desarrollar una estrategia de crecimiento económico de Sucre soportada en la agricultura, agua y riego, y el empleo, insumos que devendrán en seguridad alimentaria, desarrollo agroindustrial, generación efectiva de fuentes de trabajo y crecimiento económico.
El agua es clave, insumo de primera magnitud para soñar despierto el Sucre que merecemos los sucreños, por tanto la subregión Sabanas, epicentro en el que convergen las dinámicas sociales, económicas y humanas de Sucre, tiene que ser irrigada abundantemente con este recurso, tanto para su uso humano permanente como para el productivo de agricultura y ganadería.
La desigualdad económica y social en Sucre, es una brecha protuberante que la corrupción y apropiación delictiva de las rentas y los dineros públicos, en desmedro de la mayoría de sus habitantes, agranda y abulta cada vez más.
Ese festín trágico contra Sucre, contra su integridad humana y moral, contra su identidad, debe cesar; es tiempo ya de poner punto final al poder monopólico de los clanes familiares y políticos que lo mantienen, reproducen y apropian en su exclusivo y criminal provecho.
Nuestra universidad no puede seguir siendo cuota burocrática de la parapolítica. Ni sus matrículas, más costosas que las de la universidad privada. Ni deficiente y carente de recursos y apoyo a la investigación científica y social.
Voto por Sucre, porque creo en Édgar Martínez Romero. Porque promueve un pacto por Sucre, soportado en principios y valores éticos, en el que las comunidades, el ciudadano, es su protagonista principal, identificado con los intereses de Sucre, de sus comunidades, de los asuntos públicos.
*Poeta
@CristoGarciaTap
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