Soy un convencido del trabajo que viene ejecutando Judith Pinedo en la alcaldía, y pienso que su gestión terminará siendo de las más favorables en el país, siempre y cuando no termine tirando todo al basurero con decisiones desafortunadas (riesgosas), como el predial del presente año, alimentado con una actualización catastral dantesca del IGAC (Instituto Geográfico Agustín Codazzi). Considero que su tentación o angustia por buscar recursos nuevos –aún con buenas intenciones– está pesando más que el impacto económico y político de su decisión. Veamos mis argumentos: 1) Contexto Macroeconómico: Un país con una inflación reportada del 2% en 2009, con un salario mínimo actualizado del 3,64% y una economía agonizante producto de una recesión mundial, no es el escenario propicio para salir con un impuesto a la propiedad del 60% o más. ¡La capacidad de pago del contribuyente es una variable importantísima en cualquier criterio de Hacienda pública! 2) Actualización Catastral: Pensar que 30 funcionarios del IGAC, sentados frente a un computador, son capaces de emitir el concepto supremo e individual de unos 230.000 predios en Cartagena, es para tomarlo con beneficio de inventario. En especial cuando la inflación acumulada de los últimos 5 años apenas sumó el 24,7%, mientras las actualizaciones superan en muchos casos el 100%, “sin contar con los reajustes anuales ya autorizados por el Gobierno”. 3) Contexto Tributario: Cuando el Estado cobra unos tributos exorbitantes, el recaudo se desploma, lo que ya es grave para una ciudad donde casualmente existe una tradición de baja recolección impositiva. Además, no podemos olvidar que Colombia tiene una de las cargas tributarias mayores de América. 4) Tarifas: Manifestar que nuestras tarifas catastrales son inferiores a las de Barranquilla, por ejemplo, es como comparar canarios con mariamulatas, porque tarifa y valor catastral van de la mano; son indisolubles. 5) Competitividad y Economía: No quiero pensar en el impacto sobre la inversión en Cartagena, donde veníamos con un empuje inusitado. La medida parece diseñada más por nuestra competencia, mezclada con una falta total de criterio comercial. 6) Contribución de Valorización: El predial mató a la Valorización por Beneficio General, porque se compró todas las boletas para una demanda por incapacidad de pago. 7) Especulación Inmobiliaria: Cualquiera reconoce que en la Heroica existen presiones especulativas sobre el valor de la tierra, pero con la misma velocidad que sube, baja. Por eso digo que tenemos una actualización desactualizada. ¿Quién nos restituye el impuesto cuando vendamos nuestros predios por debajo de su valor catastral? ¿Qué hacer? Veo 3 posibilidades: a) recoger facturas y bajar tarifas; b) recoger facturas y no aplicar la actualización o c) incrementar los descuentos y ampliar sus plazos. En 1995, durante el inicio de la administración Paniza, ocurrió la misma locura con el IGAC y se decidió bajar anticipadamente las tarifas para evitar lo que hoy nos escandaliza. El desubique del IGAC no es excusa para la actuación de la Alcaldía. Estimada Judith, errar es de humanos, pero saber corregir es de los humanos especiales. Reculemos. *M.A. Economía, empresario jorgerumie@gmail.com
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