En plenas fiestas novembrinas, le hice caso a Borges, que nos instaba a conocer un sitio donde nunca hubiésemos ido, para el reencuentro con nosotros mismos. Y lo logré. Llegar a Guadalajara, la tierra de los mariachis, las iglesias, los parques y las fuentes, la de las plazas de mercado donde hay botines de bebé delicados, de color azul cielo, y matas multicolores para expresar gratitud de mil maneras, fue un regalo inesperado de la vida, que supe aprovechar en toda su intensidad. En ese marco maravilloso no faltaron los tequilas, banderas ondeantes de México, y los “Desafíos para la atención de la niñez en México, a veinte años de la convención internacional de los derechos del niño”, esbozados en el habladito contento y sonoro de los aztecas. La conferencista invitada, de un gran aplomo y dignidad sin par, tuvo como único “talón de Aquiles” la cajita de betún que pisaba con sus zapatos brillantes, para aumentar el tamaño de su estatura, que hoy las reinas de belleza han impuesto en un 1,88 m. En efecto, una comunicadora cartagenera, Sonia Irene María Bozzi, ha trabajado durante toda una vida por la niñez en Colombia, en México y en el mundo. Regalando una sonrisa, una lección contundente pero no hiriente, un concepto sólido pero jamás pretencioso. No sorprendía por tanto, verla sobre el escenario hablando a nombre de “Save the Children”, organización independiente, pionera y líder mundial en pro de los derechos de la niñez. Su fundadora, Englytine Jebb, fue la precursora de la Convención de los Derechos de los niños, esbozados en la Declaración de Ginebra de 1924. Save the Children promueve la construcción de ciudadanía en todos los niveles de la sociedad, poniendo en el centro a la niñez y a sus derechos, a través de la prevención de la violencia y el desarrollo humano. La institución se preocupa también por la erradicación de la explotación laboral infantil. La educación ambiental. La salud integral, la calidad educativa, y la atención de emergencias, ¿Cómo ejecutan todos estos hechos? Con una buena dosis de originalidad y recursos propios: talleres escolares, ludotecas, centros de atención infantil y participando en políticas públicas. Más de 140.000 niños y niñas de 0-18 años, fueron atendidos por Save the Children, México, y resulta una experiencia inolvidable reconocer que una voz amiga, una voz hermana, tomaba el micrófono con naturalidad y frescura para contar tantas cosas buenas, que podrían ser un ejemplo para nuestro país. Así…; Un paseo que nos llevara por la casa azul de Frida Kahlo y Diego Rivera, del bolchevique caminante León Trotsky, de la Casa de Hernán Cortés, del Monumento a las Bellas Artes en el D.F., nos recordó con sutileza especial que la vida debemos preservarla para que también nuestros niños puedan gozar en el futuro de la belleza del hombre y de la naturaleza. ¿Cómo aprender de la experiencia mexicana para reducir el embarazo adolescente que hoy ronda un 20% en la ciudad, cómo evitar en Cartagena la alta deserción escolar? ¿Cómo vencer la desnutrición, con instrumentos basados en la educación, para que la población vulnerable aprenda a utilizar el agua, la tierra y el aire, elementos sustanciales de la vida que nos deben hermanar sin distingos de credo, raza o religión? *Directora de Comunicación Social de Unicartagena saramarcelabozzi@hotmail.com
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