Columna


¡Unidad nacional de verdad!

EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ

08 de junio de 2010 12:00 AM

EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ

08 de junio de 2010 12:00 AM

El gobierno de unidad nacional, propuesto por el candidato Juan Manuel Santos, no es una reencarnación del Frente Nacional, como lo han señalado algunos comentaristas desde la oposición y con el sólo propósito de descalificar la iniciativa. Sorprende que tal confusión pueda darse, pues el candidato Juan Manuel Santos ha sido suficientemente explícito cuantas veces ha hecho conocer la propuesta a sus compatriotas. De ninguna manera se trata de distribución de cuotas de poder entre los aliados, características propias del FN, con alternación en el gobierno incluida. Con claridad, el doctor Santos ha dicho que lo que pretende convenir con todas las fuerzas políticas y sociales, grandes acuerdos sobre asuntos que interesan al país y que requieren de una implementación más allá de la polarización que se ha venido dando, pero sin que, para ello, desparezca el control político que corresponde al Congreso Nacional, o la vigilancia sobre la administración que ejercen otros órganos del poder, y tampoco que, de alguna manera, se interfieran las funciones propias de la administración de justicia. Pensar que el gobierno de unidad nacional va conducir a esos escenarios, es un despropósito. Como lo ha dicho el coequipero del doctor Santos, el dirigente liberal Rodrigo Rivera, el gobierno de unidad nacional representa “acuerdos alrededor de una agenda de país”. Tal como lo planteamos también otros dirigentes liberales y lo hicimos trascender en nuestra columna de opinión esos acuerdos sobre lo fundamental significaban y siguen significando incorporar iniciativas del Liberalismo en los planes gubernamentales, y nunca a un renunciamiento de su ideología para buscar acomodos burocráticos, como algunos mal pensantes siguen planteándolo. Sobre la base de la cooperación, dentro de ese gran propósito de la unidad nacional, el Partido Liberal puede convertirse en opción de poder en el 2014, y no persistir en la política de oposición, derrotada varias veces en las urnas. No podemos llamarnos a engaños. El panorama económico y social del país no está despejado, pese a los grandes logros de los ocho años de gobierno del presidente Uribe en seguridad y estabilidad económica. Se necesitan grandes reformas de índole social y, para lograrlas, se debe contar con el mayor consenso político y social posible; estrategia que hace parte, precisamente, del esquema de gobierno propuesto por el candidato Juan Manuel Santos. La lucha política no puede conducir al fundamentalismo, con posiciones pétreas que descarten las alianzas, y para decirlo una vez más, con el gobierno de unidad nacional planteado por el candidato, doctor Santos, no se trata de cohabitar burocráticamente, como en el Frente Nacional, pactado por sólo dos partidos políticos y dentro de circunstancias bien diferentes. Tampoco se puede admitir como tesis que las alianzas no se deben dar entre adversarios. Todo lo contario, históricamente se han pactado entre fuerzas enfrentadas, porque circunscribirlas sólo entre quienes piensan de la misma manera parece innecesario. PD. De la respuesta de Mockus a Petro, se deduce que, políticamente, el Partido Verde no ha madurado. *Ex congresista, ex ministro, ex embajador. edmudolopezg@hotmail.com

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