En el año que está por terminar se dieron cambios electorales importantes en la región, pero también procesos de continuidad, ya sea a través de reelecciones o manteniéndose el partido que lo venía ejerciendo en el gobierno. Dos de los gobiernos pertenecientes al ALBA, lograron ratificar a sus mandatarios después de aprobadas nuevas Constituciones. En Ecuador, el presidente Correa logró no sólo ratificar su mandato sino elegir una Asamblea Nacional mayoritariamente favorable al partido de gobierno, Alianza País. En Bolivia el presidente Evo barrió en las elecciones ratificatorias de su mandato y en la conformación de las dos cámaras legislativas, obteniendo las dos terceras partes de las mismas para su partido, el MAS y sus aliados. Dos países eligieron gobernantes afines a esa izquierda más moderada que representa el presidente Lula de Brasil; en El Salvador el partido FMLN logró la elección como presidente del periodista Mauricio Funes, quien viene liderando un gobierno que ha tomado distancia de las posiciones del presidente Chávez y del ALBA. En Uruguay la coalición conformada alrededor del Frente Amplio triunfó con José Mújica, dándole así continuidad a las políticas de izquierda moderada que ha venido desarrollando el presidente Tabaré Vásquez. Fueron electos dos gobernantes de centro-derecha; en Panamá el presidente Martinelli, un empresario que derrotó la candidata del gobernante partido PRD que ejercía la presidencia con Martín Torrijos y en Honduras ha sido electo Pepe Lobo, gobernante igualmente de centro derecha, en unas cuestionadas elecciones después del “golpe de Estado” dado contra el gobierno de Zelaya. En las elecciones chilenas triunfó en primera vuelta el empresario de centro derecha Piñera, sobre los tres candidatos de izquierda: el expresidente Eduardo Freí, candidato oficial de la Concertación; el disidente Marco Enríquez Ominami; y el candidato comunista. Si bien no se ha dicho la última palabra, las mayores posibilidades de triunfo en segunda vuelta las tiene el empresario Piñera, no sólo por la ventaja sacada al candidato de la Concertación, sino por la fatiga y desgaste que muestra esta coalición de democratacristianos y socialistas, que ha tenido cuatro gobiernos seguidos desde el inicio de la transición. En el primer semestre del 2010 habrá tres elecciones importantes; en Costa Rica, donde es incierto el triunfo de la candidata del partido en el gobierno, o lo hace la oposición de derecha; en Colombia, donde todo está condicionado alrededor de la existencia o no de una nueva reelección del presidente Uribe, y la elección más crucial será en Brasil, donde se verá si el presidente Lula logra transferirle a su candidata del PT su popularidad, o por el contrario triunfará el socialdemócrata José Serra, que por ahora lidera las encuestas. Hasta el momento podemos decir que si bien no hay una lógica de péndulo, sí hay una ligera inclinación en la dirección del centro derecha y una pérdida de aliados del ALBA. Pero lo que determinaría un desplazamiento del eje regional será lo que suceda en Chile en segunda vuelta, y especialmente, en Brasil. *Profesor Universidad Nacional avargasv@unal.edu.co
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