Columna


Academia y graznido de gansos

GERMÁN DANILO HERNÁNDEZ

07 de septiembre de 2010 12:00 AM

GERMÁN DANILO HERNÁNDEZ

07 de septiembre de 2010 12:00 AM

Por convocatoria del Concejo Distrital se cumplió la semana pasada una audiencia pública, en el marco del debate al Estatuto Tributario presentado por la Administración, a la que asistieron representantes de las diferentes universidades de la ciudad. A pesar de la premura con que fueron convocados y el poco tiempo de estudio que se le dio a los analistas, algunos de los cuales recibieron el documento un día antes, la jornada de reflexión fue de nivel alto y significó aporte valioso a un debate que parece seguir restringido sólo a quienes tienen capacidad de reacción, proporcional a sus intereses en juego. La participación de los académicos en la audiencia pública fue muy importante, pero quedó limitada a sustentar las bases conceptuales de los concejales para respaldar o desaprobar la iniciativa. Independientemente de los tecnicismos, el Estatuto Tributario no es exclusivo para expertos de las ciencias económicas. Su incidencia en la vida cotidiana es de tal dimensión, que debería ser de dominio colectivo; estudiantes, tenderos y amas de casa, por ejemplo, deberían comprender por qué el proyecto tiene amigos y enemigos. El Estatuto Tributario es de trascendencia enorme; pocas veces un proyecto define tantas cosas para la ciudad en tantos aspectos, como éste, pero a pesar de ello el debate parece lejano para algunos, que por desconocimiento o apatía se limitan a contemplarlo, como quien ve llover desde una ventana. Las intervenciones de los directores de facultades y programas de economía, entre otros invitados, fue una oportunidad muchas veces negada para que la academia ayudara a comprender y buscar soluciones a problemas del entorno. La riqueza de la discusión ameritaba que las barras del Concejo estuvieran atiborradas de estudiantes (en un escenario de confrontación de teoría y práctica), de organizaciones sociales, líderes cívicos, y de pequeños y medianos empresarios, interesados tener bases más sólidas para asumir posiciones, pero solo asistió un grupo de seguidores habituales de la Corporación. Entre los propios académicos hay diferencias de fondo y forma sobre el Estatuto. Aunque la mayoría coincide en destacar la profundidad y buen juicio de la exposición de motivos, argumentan viabilidades e inconveniencias en la parte ejecutiva, citando inclusive a los mismos autores. Felipe Merlano, uno de los académicos que opinó, basado en su conocimiento amplio de las finanzas públicas (fue secretario de Hacienda del Distrito y de Bolívar, entre otros cargos), acomodó simbólicamente al plano local una conocida analogía en la jerga tributaria: “El arte de los impuestos consiste en sacar el mayor número de plumas al ganso, con el menor número de graznidos (protestas)”. Habría que decir que hasta el momento sólo se sabe quiénes intentan sacar las plumas y qué gansos comenzaron a graznar antes de que le quitaran la primera. Audiencias como las mencionadas merecen ser replicadas para que los cartageneros tengan mayores elementos de juicio y conocimiento más cercano, sobre los impuestos y los gansos que más graznan en la ciudad. *Trabajador Social y Periodista, docente universitario, asesor en comunicaciones. germandanilo@hotmail.com

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