En Cartagena hay al menos 1.700 carros de servicio público (buses y busetas); 53 mil motos; al menos 6 mil taxis, bici taxis, carros de mula, vehículos que transportan insumos de construcción, carros y motos dedicadas a la informalidad. Hay diferencia entre los datos del transporte público que manejan en el DATT, con el censo de la realidad. La falta de políticas para el mantenimiento de las pocas avenidas y el mal manejo del tránsito, hablan por sí solos de la falta de administración pública y el no uso del erario en aspectos tan fundamentales en una ciudad patrimonio histórico de la humanidad, visitada a diario por personalidades. Hay trancones en puntos específicos de las rutas, paradas muy seguidas en cualquier parte de la vía, velocidades incontroladas cuando van para el reloj, el no respeto por la señalización de paraderos, semáforos, cebras, etc. El uso de los buses públicos se hace por necesidad, no por su buen servicio, y abordarlos es un castigo por vivir en Cartagena en la ley de los ilegales. Esto incidió en que las personas usen medios de transporte no regulado, como las mototaxis, especialmente las mujeres, buscando más rapidez, asumiendo mayores riesgos de accidentalidad. Las motos ostentan el 80% de los muertos por accidentes de tránsito en 2009; en 2007, 64 %; y en 2008, 77%. La accidentalidad alta, señalización deteriorada, falta de semáforos en los sitios más críticos, poca cultura ciudadana, ausencia de autoridad, convierten a Cartagena para cualquiera en una ciudad caótica, riesgosa, situación que le ha quedado grande a todos los alcaldes, incluyendo a la actual Administración. Existen cámaras de video fijas, semáforos inteligentes, “comparenderas” electrónicas, pico y placa, pero lo más importante es que adolecemos de un manejo gerencial desde la administración distrital, que invierta en la malla vial sin tantos anuncios, en un recurso humano idóneo sin politiquería, y una infraestructura y logística adecuada. Los agentes de Tránsito no cuentan con logística y dotación para realizar su labor. Hay 63 agentes, que son insuficientes para el tráfico que tiene la ciudad y están en un estado deplorable en su presentación personal: uniformes descoloridos, remendados, botas amarradas con alambre; hace 2 años no se les entrega la dotación; tienen motos de poco cilindraje prestando el servicio, propiedad de los agentes; las oficiales no tienen el presupuesto para el mantenimiento ni las baterías de los radios de comunicación; no hay cámaras fotográficas ni de videos, guantes, batas, para uso como policía judicial, (Ley 906 de 2004). No hay un rubro para horas extras, no se le ha dado aplicación a la Ley 1310 de 2009, la Alcaldesa nunca se ha dignado a concederle una audiencia a la organización sindical (ANDET) para escuchar sugerencias de cómo mejorar esta crisis. El contrato de concesión con la empresa Circulemos, vigente desde el 2007, no tiene una interventoría que brinde garantía para su seguimiento y control. Señores Concejales y Alcaldesa, cumplan con el mandato de resolver los grandes problemas de la cuidad, mejoren la dignidad de los funcionarios del Tránsito, recuerden que ustedes se encuentran comprometidos firmemente con el nivel de vida de los cartageneros y las personas que diariamente visitan la ciudad. *CUT BOLÍVAR cutbolivar@gmail.com
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