Columna


Algo “positivo” de Chávez

JAIME ALBERTO RESTREPO CARVAJAL

29 de noviembre de 2009 12:00 AM

JAIME ALBERTO RESTREPO CARVAJAL

29 de noviembre de 2009 12:00 AM

El “Puente Viejo” de Mostar, en Bosnia Herzegovina, fue destruido por los croatas en 1993 por un motivo similar al de Chávez, al dinamitar dos puentes fronterizos con Colombia: azuzar para la guerra. El bellísimo puente de Mostar, Patrimonio de la Humanidad, era símbolo de fraternidad entre católicos croatas, y musulmanes bosnios. Finalizada la guerra, lo reconstruyó la Unesco y el comandante croata, Slobodan Praljak, llevado al Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, por ordenar su destrucción y cometer crímenes de guerra. El émulo de Praljak, Chávez, es una caricatura del poder dictatorial ilimitado como Idi Amin Dadá (a quien llamó “patriota”), pero tiene algo “positivo”: convertirse en referente académico para los estudiosos del nuevo liderazgo político latinoamericano y el tal socialismo del Siglo XXI. Cuando Chávez muera, quizás de histeria, será recordado por escribir el más completo y útil diccionario de errores para gobernar. Entre sus “anti logros”, los economistas comprobarán que la revolución socialista bolivariana no funciona, así tenga la asesoría cubana y subsidios del petróleo. Ver al pueblo con las mayores reservas petroleras probadas del mundo (173 mil millones de barriles, que aspiran duplicar en 2030) padecer cortes de energía, es patético; cada uno de los 28,5 millones de venezolanos está sentado sobre 6.000 barriles de petróleo, o casi medio millón de dólares, pero sin agua ni alimentos. Chávez, ante su coro de aduladores en cada show, de militares y burócratas con camisas rojas (las de Mussolini eran “negras”), regañó a su pueblo por “sobrealimentado” con esta ironía: “Hay mucha gente gorda en Venezuela. Hace veinte años el exceso era de 6,3 kg y hoy está en 14,5 kg. ¡Ojo con los gordos! A rebajar, a hacer dieta, a hacer ejercicio. Ahora nos estamos alimentando mejor, hay que tener cuidado”. En el segundo trimestre de 2009, la economía venezolana se contrajo 2,4%, y 4,5% en el tercero, en contravía del resto del mundo, que se recupera. La inflación anual y las tasas de interés rondan el 30% y un dólar negro se compra a 3 veces el cambio oficial. El sector privado casi desapareció y las exportaciones no petroleras en 2009 son las peores en 12 años. Pero Chávez tranquilizó a sus huestes con esta perla: “la economía socialista no va a ser perturbada por la crisis del mundo capitalista”. En lo único que lidera Venezuela, de lejos, es en ser percibida como la más corrupta de América Latina: ninguna “Misión” social prospera pero sí el narcotráfico y el terrorismo. Sólo serán los ciudadanos venezolanos, malacostumbrados a pagar por una “tanqueada” de gasolina lo mismo de una cerveza en una discoteca cartagenera, quienes decidan cuándo Chávez dejará de escribir su diccionario de errores crasos. Podrían iniciar el cambio en las elecciones parlamentarias de septiembre de 2010 en Venezuela, salvo que el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías corra la misma suerte del comandante croata, por incitar a una guerra (tumbando puentes) entre pueblos hermanos que jamás se han odiado. Ojalá Chávez, en cumplimiento de su “principal misión” (confesó que era la guerra), no repita el fratricidio de Bosnia que dejó más de 200.000 muertos en solo 3 años, lo que etimológicamente define, al pie de la letra, una “HECATOMBE”. *Ing. Civil y MBA, Directivo Empresarial restrepojaimea@gmail.com

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