Columna


Autogolpe de opinión

MAURICIO CABRERA GALVIS

05 de julio de 2009 12:00 AM

MAURICIO CABRERA GALVIS

05 de julio de 2009 12:00 AM

Muy extraña la tranquilidad del ministro Valencia Cossio para aceptar que la conciliación en el Congreso del referendo reeleccionista será después del 20 de julio, y todavía más, su anuncio de que este referendo se realizaría en febrero de 2010, cuando el objetivo era antes del 30 de noviembre de este año, límite de la Ley de Garantías para que el Presidente anuncie que volverá a ser candidato La primera hipótesis para explicar lo anterior es que Uribe al fin hubiera decidido acatar la Constitución y, ante el origen oscuro de la financiación del referendo y sus múltiples vicios de trámite, se resignara a no hacer más campaña por su reelección. Una variante menos radical es que el Presidente hubiera aceptado que la reelección fuera en el 2014 porque tendría menos oposición en la Corte Constitucional. Las dos teorías quedaron descartadas con las conclusiones de la reunión de 7 horas en la que, según El Tiempo, “Uribe y sus principales alfiles políticos definieron en la Casa de Nariño la estrategia político-electoral para el 2010” (señor Procurador, ¿la ley le permite al Presidente esta flagrante intervención en política?), la cual consiste en concentrar todos los esfuerzos en la aprobación en el Congreso del referendo reeleccionista para 2010. Si ya compraron una vez los votos en el Congreso, ¿qué les impide volver a hacerlo? La tercera hipótesis: que el Gobierno planee presentar un proyecto para eliminar el artículo 9º de la Ley de Garantías, que obliga al Presidente a anunciar su candidatura a la reelección antes del 30 de noviembre. Aunque parece legal y siempre habrá Yidis o Teodolindos que aseguran las mayorías, sería otro cambio en las reglas y otra legislación con nombre propio, que acabaría de romper el precario esquema de garantías establecido para la primera reelección. La última hipótesis es la más grave: el ministro estaría preparando un “golpe de opinión”: crear el hecho político de obtener 6 ó 7 millones de votos en el referendo en febrero de 2010, y plantear que no se puede contradecir esta manifestación de la opinión pública con “detallitos” legales como una fecha que se puede correr. ¿Por qué una minucia legal impedirá reelegir a un presidente tan popular? ¿Por qué no dar un “autogolpe de opinión”? El sustento conceptual de la estrategia es la tesis que repite con insistencia el presidente Uribe: “el estado de opinión es la etapa superior del Estado de Derecho”. En otras palabras, la manifestación directa de la opinión pública –siempre voluble o manipulable-, sería la expresión suprema de la democracia que está por encima de leyes e instituciones y puede cambiarlas cuándo y cómo quiera. La tesis no es original de Uribe: ya la aplica Chávez en Venezuela, y Zelaya la quiso utilizar en Honduras para hacerse reelegir, pero desencadenó un golpe de estado. El maestro Darío Echandía calificó de "golpe de opinión" el golpe militar de Rojas Pinilla por el multitudinario respaldo nacional al dictador, que generó grandes expectativas de paz y reconciliación con el derrocamiento de Laureano Gómez. Pero con todo y el apoyo de las mayorías, fue un golpe de estado y un quiebre de las instituciones democráticas del país. Tal vez por la posibilidad de que esto se repita es que el expresidente Gaviria ha dicho que Uribe está acabando con la democracia. macabrera99@hotmail.com

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