Columna


Belleza y tecnología

RODOLFO DE LA VEGA

05 de diciembre de 2009 12:00 AM

RODOLFO DE LA VEGA

05 de diciembre de 2009 12:00 AM

Desde el primer momento en que la Sociedad Portuaria de Cartagena asumió el manejo y administración del terminal marítimo que venía siendo operado por Colpuertos, orientó su política a seguir sobre tres bases fundamentales: trabajar en el área operativa 24 horas al día, durante los 365 días del año; hacer las inversiones necesarias para tecnificar las instalaciones, con tendencia muy en especial, al manejo de contenedores y a recuperar e intensificar el arribo y atención de los cruceros de turismo. Pero otro factor fue también primordial: embellecer los jardines interiores y engalanar la zona externa, buscando lograr la eficiencia, rodeada de un ambiente amable y atractivo. El primer paso, el de la tecnificación, se fue dando poco a poco, a la medida en que se fueron adquiriendo y montando los nuevos equipos para el cargue y descargue de contenedores, el perfecto control electrónico de ese manejo y su almacenamiento. Ha sido una labor tenaz para lo cual se acudió a la tecnología de países extranjeros con mayor experiencia. En cuanto a la recepción de los cruceros de turismo, fue necesario luchar intensamente porque muchas líneas habían retirado a Cartagena de sus itinerarios debido a la clasificación de Colombia como país violento e inseguro. En esta lucha se contó con el apoyo decisivo del Gobierno Nacional y, gracias a los resultados exitosos del programa de “Seguridad Democrática”, algunas líneas regresaron. En la presente temporada tenemos anunciadas cifras récord como: 195 recaladas con aproximadamente 342.000 pasajeros (turistas) y 141.000 tripulantes. Varias líneas han escogido a Cartagena como sitio de embarque y desembarque. Por esta última circunstancia la Sociedad Portuaria ha tenido que modificar y mejorar su infraestructura para facilitar la labor eficaz y pronta de las autoridades de inmigración (DAS) y aduana (DIAN). Entre la llamada “Casa de Cruceros” y las nuevas instalaciones para atención de los pasajeros, hay un amplio jardín rodeado de corpulentos árboles, todo cubierto de una grama espesa y muy verde. Siempre que llego a esa zona cubierta de grama recuerdo que en épocas de mi niñez y adolescencia, allí, en ese sitio funcionaban unas modestas instalaciones aeroportuarias, de SCADTA (Sociedad Colombo Alemana de Transporte Aéreo). Se trataba de una terminal de hidroaviones que acuatizaban en la bahía y arribaban a un muelle flotante donde embarcaban y desembarcaban los pasajeros. En ese sitio vi en 1935 la llegada de Carlos Gardel, el hombre que universalizó el tango. Dos o tres días después, murió Gardel en Medellín a consecuencia de un accidente aéreo. Con motivo del conflicto armado entre Colombia y Perú (1932-1934), se difundió en la ciudad la versión de que un gran buque de guerra peruano, llamado “Almirante Grau”, se disponía a cruzar el Canal de Panamá, supuestamente para dirigirse a Cartagena y atacarla con sus cañones. Aquí entonces no disponíamos de buques capacitados para enfrentar al “Almirante Grau”, por eso, como medida de precaución, el Gobierno había adaptado un hidroavión tipo sesquiplano como aeronave de guerra. Ahí en las instalaciones de Scadta vi yo el sesquiplano armado con bombas. Afortunadamente el “Almirante Grau” pasó el canal y se dirigió al norte. Todo fue una falsa alarma. *Asesor Portuario fhurtado@sprc.com.co

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS