Columna


Bicentenario y II independencia

GIL ALBERTO FALCÓN PRASCA

16 de julio de 2010 12:00 AM

GIL ALBERTO FALCÓN PRASCA

16 de julio de 2010 12:00 AM

Hace 200 años se derrotó el yugo colonial español. Bolívar dirigió la revolución, unificando ideologías, ambiciones, el ejército y al pueblo. Recorrió América, desde Caracas a La Paz, a caballo, con un contingente de soldados criollos, mulatos, indios, negros, esclavos, mal equipados, mal trajeados, mal alimentados, que derrotarían el ejército de Morillo, de quince mil soldados, liberando a la América española. Los ideales esenciales de los patriotas, pilar de la lucha por la emancipación, era la necesidad de garantizar los derechos fundamentales a la población americana, marginada, menospreciada y explotada. Bolívar dijo en Angostura: “El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política”. Bolívar quedó en la historia, pero nuevas formas de dominio y colonizaciones modernas subsisten, nuestros pueblos siguen dependiendo del yugo extranjero a través de sus empresas transnacionales. Seguimos siendo colonias para los imperios, que explotan nuestras riquezas naturales, nuestras gentes, con los TLC y bases militares. Es el colonialismo del siglo XXI. El propio Libertador diría en su lecho de muerte: “Aramos en el mar”. Hay un nuevo “desembarco” a través de empresas de capitalismo globalizado, causante de la crisis sistémica. La II Independencia enfrentará a los mismos imperios: “Los EUA parecen haber sido creados por la Providencia, para plagar de desgracias a la América Hispana en nombre de la Libertad”, sentenció Bolívar, tras el fracaso del Congreso Anfictiónico de Panamá, en 1826. En el Caribe se fortalece la Minga Social Comunitaria; en el nivel nacional, la Gran Coalición Democrática lucha en favor de indígenas, afros, campesinos, pensionados y las organizaciones sociales. En este bicentenario tendremos marchas y cabildos con sentido de resistencia social. La venta de servicios puesta en el corazón de los derechos fundamentales es el magnicidio puro y paulatino de lo humano, vestido de “modernidad”, enterrando dignidad y justicia. La seguridad social se da a los que pueden pagarla y hay políticas asistencialistas para algunos que no tienen para costearla. La educación básica, media y superior, es un elemento más para marcar diferencias de clase a través de la oferta reducida de cupos universitarios para sectores populares en instituciones públicas y privadas. La oligarquía criolla, hábil en manipular la Constitución y las leyes, implementó el modelo neoliberal, imponiendo globalización y transnacionalización. Orientan los derechos sociales con criterios de mercado, con extinción del empleo formal, de la salud, aumento de la miseria e inequidad social. "La Justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se sostiene la igualdad y la libertad”, tenemos que sacudirnos de los piratas del siglo XXI con la II Independencia, por la autodeterminación del pueblo, derechos fundamentales y garantías del estado social de derecho, para que sea una realidad del pueblo y para el pueblo. Los derechos humanos son necesidades sociales. Este pueblo ha sido engañado en su historia republicana. Con un levantamiento social, proclamaremos un país diferente (II Independencia), donde exista el respeto a la dignidad plena del ser humano. *CUT BOLÍVAR cutbolivar@gmail.com

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