Columna


Calma en un instante

ADOLFO GÓMEZ AGÁMEZ

18 de junio de 2010 12:00 AM

ADOLFO GÓMEZ AGÁMEZ

18 de junio de 2010 12:00 AM

Con todo lo que está pasando en nuestro medio estoy seguro que Ud. pagaría lo que fuere para conseguir la calma, pues bien, use esta misma palabra, calma, repítala unas cuantas veces y notará que los simples sonidos de esta palabra bastarán para que comience a sentirla. Imagine cuán espléndido resultaría si pudiera vivir sintiéndose totalmente tranquilo y a gusto por mucho que quienes lo rodeen, pongan a prueba su paciencia, por catastróficas que sean las noticias que lea en el periódico o vea en la televisión y pese a las restricciones que le imponga la situación económica, No sólo podrá abordar mucho mejor los obstáculos que la vida le plantea, sino, que gozaría más de su existencia. Disfrutaría de un deleite y de un entusiasmo por la vida que apenas conocen las personas corrientes y acogería cada día con una ilimitada sensación de aventura.. Por desgracia, para lograr tal situación de manera permanente hacen falta voluntad y esfuerzo. Hubo un tiempo que se hablaba de los “nervios”, luego se denominó “ansiedad” y ahora todo el mundo lo llama “Estrés”. El enemigo número uno de la calma es el estrés. Un modelo empleado para conocer al enemigo es el empleado por el investigador del estrés, H. Selye quien pone de relieve la existencia de cuatro diferentes tipos de estrés. Conozcamos la EUTENSIÓN que no es más que la tensión que acompaña a las cosas excitantes de la vida: el primer beso, un premio de la lotería; este es el estrés positivo ó EUSTRES, algo que debería estar presente en nuestra existencia en ciertas dosis. Frente a la eutensión se encuentra la SUBTENSIÓN, que acompaña a los sentimientos de tedio, desesperanza e inmovilidad física, ejerce un efecto negativo. La SOBRETENSIÓN se produce cuando usted supera sus límites, puede sobrevenir con tanta facilidad en la vida empresarial como una maratón y tiene también un efecto negativo. El DISTRES implica, obviamente frustración, miedo, enojo ó ansiedad. Ahora bien la combinación ideal sería cierta dosis de estrés positivo, sin la cual la vida sería muy monótona y menos eficaz, con la menor cantidad posible de estrés negativo. Algunos estudios han mostrado que los individuos que carecen de tensión positiva rara vez llegan al máximo de su eficiencia. Entonces no olvidemos que nuestro enemigo es el estrés negativo. A la tensión negativa se le atribuye toda clase de achaques: desde el aumento de la incidencia de las enfermedades cardíacas hasta la obesidad y la urticaria. Provoca hipertensión, indigestión, estreñimiento, palpitaciones, impaciencia, insomnio e impotencia. Pero lo peor es que por su causa usted se siente mal. Por lo anterior le invito a repetir varias veces: CALMA, CALMA, CALMA y notará que comienza a sentirse mejor y si también lee la Biblia y escucha la voz de Dios y de Jesucristo estoy seguro que conseguirá calma dentro de esta ola de violencia desesperante que nos hacen vivir los amigos del estrés. *Dermatólogo a_gomezagamez@hotmail.com www.clinicadelapieladolfogomez.com

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS