Columna


Centro de Convenciones, una responsabilidad con Cartagena

REDACCIÓN COLOMBIA

24 de febrero de 2010 12:00 AM

FADIA MORAD AMÍN

24 de febrero de 2010 12:00 AM

Como directora del Cartagena de Indias Convention Bureau, institución encargada de promocionar la ciudad como destino para congresos, convenciones y viajes de incentivos, he reflexionado sobre la situación actual del Centro de Convenciones, motor de desarrollo local. Después de una reunión con el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Guillermo Plata, el 4 de Julio de 2008, se crearon dos juntas asesoras impulsadas por los empresarios cartageneros dolientes de las dificultades del recinto, que buscaban una sola y viva voz en las decisiones sobre el Centro de Convenciones. En las reuniones se hizo evidente la necesidad de invertir en tecnología, pues en comparación con nuestra competencia más cercana –Cali, Medellín y Barranquilla– el Centro de Convenciones, construido en 1982, se quedó corto porque no fue construido como recinto ferial, por lo que, con la infraestructura actual debe mejorarse la tecnología y el servicio. Como la adquisición del Centro de Convenciones no es atractiva para un inversionista privado, pero su manejo sí, Proexport decidió abrir una invitación pública para buscar operador por diez años. Hay que tener en cuenta que los centros de convenciones pueden hacerse rentables sólo si fueron concebidos para ello. El de Cartagena no fue construido para generar grandes utilidades, sino para suplir la demanda de sitio para gremios que desean realizar sus eventos en esta ciudad. Una cosa es ser sostenible y otra muy diferente ser rentable. Otros centros de convenciones fueron edificados para suplir esta demanda, pero con un negocio adjunto que genera utilidades, como el Plaza Mayor de Medellín, ciudad que detectó la necesidad de crear un recinto para eventos, pero con parqueaderos, necesarios por su ubicación empresarial. En el mundo, muchos centros de convenciones –por ejemplo el de Vancouver– tienen negocios anexos, como hoteles. Para que nuestro Centro de Convenciones sea viable, los entes privados deben crear una estrategia para un negocio alterno o establecer alianzas con negocios ya existentes que apalanquen las dos inversiones. Este negocio requiere dedicación y disponibilidad, especialmente en una ciudad como Cartagena, donde anualmente están llevándose a cabo unos 350 eventos nacionales e internacionales, que lo mantiene en una ocupación del 85%. En resumen, se debe mejorar la competitividad del Centro de Convenciones, con inversiones en mantenimiento y tecnología de punta. La pregunta es: ¿quién tiene el dinero y el ingenio para realizarlo? Nuestra ciudad tiene vocación para el turismo. la industria sin chimeneas es la que verdaderamente le genera a los cartageneros ingresos grandes. Debemos ser nosotros, con los más de 35 años de experiencia en el sector, los que manejemos este recinto ferial. Por fortuna, dos grupos locales están interesados. El operador a quien se le entregue tiene una gran responsabilidad, no sólo con el turismo de reuniones y congresos, sino con Cartagena, destino número 1 en el país y número 69 entre 265 ciudades, según la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones. *Directora Ejecutiva Cartagena Convention Bureau direccion@cartagenatravel.com www.cartagenaconventionbureau.com

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