Columna


Chávez: veleidoso y belicoso

EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ

17 de noviembre de 2009 12:00 AM

EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ

17 de noviembre de 2009 12:00 AM

Chávez le pidió al pueblo venezolano que se preparara para hacerle la guerra a nuestro país, e invitó, además, a que los civiles se armaran con ese propósito; pero no pasaron ocho días para que recogiera velas y dijera, en cambio, que jamás había pensado en eso sino en defender a su país. Creo haber escogido bien los adjetivos para titular este artículo: Chávez, veleidoso y belicoso. Veleidoso, ciertamente, por ser una persona ligera, versátil, voluble, carente de fundamentos y caprichoso, en demasía. Pero también, es un ser belicoso, -del latín “bellicosus”- porque (acudo al diccionario de María Moliner) dicho adjetivo significa: “inclinado a la guerra; a entablar discusiones o riñas; acometedor, agresivo, armífero (o armígero), combativo, luchador, peleador, pugnaz, y pendenciero.” En Chávez, caben todas esas acepciones, pero ha de decirse que si éstas son atribuibles a quien ejerce el mando sobre un ejército y, además, es Presidente de la República de un determinado país, se vuelve un ser peligroso, como lo es Chávez, no solamente para Colombia sino para el resto del mundo. Es de esperar, así mismo, que el Consejo de Seguridad de la ONU, al cual ha acudido Colombia, con buen juicio, para que actúe preventivamente frente a las amenazas de Chávez, tenga en cuenta no solamente la gravedad de los hechos denunciados por nuestra embajadora Claudia Blum, sino el talante peligroso de quien hoy gobierna a Venezuela, porque distinto sería si esta nación hermana estuviese gobernada por una persona sensata, pero el coronel presidente está lejos de serlo. Si, señores del Consejo de Seguridad, Venezuela está gobernada por un hombre díscolo. He ahí el peligro. Y si el papel principal de ese organismo es el de tomar toda clase de precauciones para que la paz no se altere en ninguna parte del mundo, ustedes deberán evitar que en nuestro continente estalle en mil pedazos, y que, de contera, se pueda universalizar la guerra, como podría ocurrir si no se atiende el caso denunciado por Colombia en forma inmediata. En cuanto a la versión de que Chávez sólo ha tratado de contrarrestar los resultados adversos de las encuestas de opinión, el tiro le ha salido por la culata porque, según los informes de prensa, ocho de diez venezolanos no quieren la guerra con Colombia; sentimiento que debe hacerse trascender formalmente ante el Consejo de la Seguridad de la ONU, para que, más temprano que tarde, intervenga con el fin de impedir que se materialice un conflicto armado entre los países hermanos. La rectificación de Chávez, en el sentido de que no quiere la guerra con Colombia, debemos recibirla con beneficio de inventario. En el mundo de la diplomacia, se ve bien que nuestro Presidente haya celebrado las palabras de paz del mandatario venezolano; las cuales acaso fueron dichas solamente para que el Congreso brasilero no siguiera vetando el ingreso de Venezuela a Mercosur. Mensos seríamos si le creyéramos a ese ser veleidoso y belicoso por naturaleza. La intervención del Consejo de Seguridad resulta, entonces, indispensable; si queremos plantar una vez por todas al deschavetado señor Chávez. *Ex parlamentario, ex embajador edmundolopezg@hotmail.com

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