Estamos a menos de un mes de reunir a quinientos líderes del mundo entero en Cartagena, Colombia: jefes de Estado, hombres de negocio, empresarios, representantes de la sociedad civil y de la academia, periodistas de todo el orbe, invitados por una fundación sin ánimo de lucro, que desde hace 40 años realiza uno de los certámenes de mayor renombre: el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). Del WEF hacen parte las mil empresas más relevantes del mundo. De ahí la importancia de que Colombia sea la sede, este año, de la versión regional para América Latina, el 6, 7 y 8 de abril, en Cartagena de Indias. Si bien el país siempre estuvo interesado en ser la sede, para lo cual trabajamos con el Presidente de la República y la Cancillería, animados por mostrar nuestras bondades, al final fueron los propios miembros del WEF quienes pidieron que fuera en Colombia, reconociendo nuestra transformación económica y social, así como los avances en seguridad, tal como lo afirmó el propio director del WEF para América Latina, Emilio Lozoya, durante la presentación oficial del Foro. Hace algunos años esto era impensable. Hoy, el mundo sabe que Colombia cambió; los medios más prestantes de comunicación del mundo han reconocido al país diferente que tenemos, y esa es la percepción fuera de nuestras fronteras. Lo importante ahora, cuando los quinientos invitados vendrán (70% son hombres de negocio, y 90% de ese 70% son directores generales de empresas, es decir, líderes con poder decisorio), es aprovechar el escenario en dos sentidos: Primero, para establecer contactos que puedan enrutar a nuestros empresarios y a las diferentes entidades del Estado a las que les competa, que estarán presentes, hacia nuevos negocios o proyectos de infraestructura. Segundo, para que los “enamoremos” como anfitriones y lograr que nuestros invitados se conviertan en multiplicadores de esa buena imagen de Colombia. A este último punto tenemos que ponerle toda la atención y dedicarle todo el tiempo. Aunque cuando el Foro termine no se nos podrán pedir resultados gigantes en concreción de negocios, éstos llegarán a posteriori, con base en la percepción que se lleven quienes nos visiten. Esta es la reunión de negocios principal de América Latina, de tal forma que las discusiones y conclusiones de ésta, tienen un impacto directo sobre toda la región. La agenda, que es multidisciplinaria, y que está aún en construcción por parte de los directivos del WEF, tocará la actualidad, como la democracia y el desarrollo; las acciones para la recuperación económica global y regional; y las nuevas opciones de cooperación de los países, entre otros temas, aunque los directivos del certamen recibirán sugerencias en torno a la temática. En síntesis, este evento pone a Colombia en la mira del mundo. Contribuye al cierre de la brecha entre la percepción que aún se tiene en las naciones desarrolladas, y la nueva realidad económica del país. Al estar aquí los principales líderes del mundo, podrán conocer de primera mano cómo es Colombia, y analizar la posibilidad de establecer alianzas con el país. Y eso es lo importante. *Ministro de Comercio, Industria y Turismo
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