Columna


Copenhague: el comienzo

WILLIAM R. BROWNFIELD

22 de abril de 2010 12:00 AM

WILLIAM R. BROWNFIELD

22 de abril de 2010 12:00 AM

En este Día de la Tierra, celebramos los avances del último año para proteger nuestro planeta. En abril del 2009, durante la Cumbre de las Américas, y para fomentar la cooperación en energía limpia en el Hemisferio Occidental, el presidente Obama lanzó la Alianza de las Américas para la Energía y el Clima. Colombia y otros miembros de la OEA asumieron el liderazgo en las iniciativas regionales para disminuir las emisiones de CO2. Ya para finales del año pasado, las principales economías se reunieron en Copenhague para asumir su responsabilidad –y actuar- ante la amenaza del cambio climático. En Copenhague, gracias al trabajo duro de líderes regionales como Colombia, aseguramos un paso sin precedentes, avanzando en acciones por parte de las principales economías para mitigar el cambio climático: ser transparentes para lograr esas acciones y dar ayuda financiera y tecnológica a las naciones más pobres y vulnerables. Los Estados Unidos trabajan más que nunca en disminuir su CO2, con incentivos internos para la energía limpia y seguridad, y comprometiéndose en negociar el cambio climático. El presidente Obama dijo que "el reto del cambio climático es uno que ignoramos a nuestro propio riesgo…; Y a menos que nos libremos de una dependencia de estos combustibles fósiles y tracemos un nuevo curso sobre energía en este país, estamos condenando las generaciones futuras a una catástrofe global". Obama propuso en Copenhague reducir las emisiones 17% por debajo de los niveles de 2005 antes del año 2020. EE.UU. se unirá a un esfuerzo financiero global para ayudar en la adaptación de los países al cambio climático. Dichos fondos financiarán la prevención de la deforestación y otros daños a ecosistemas tropicales y páramos, como los de Colombia. Trabajamos con el Gobierno colombiano para disminuir las amenazas a la biodiversidad y el impacto del cambio climático. Sabemos que Copenhague fue sólo el principio. La próxima ronda será este año en México. Como preparación, colaboraremos con Colombia y otros países para continuar avanzando. Debemos seguir fortaleciendo la Alianza de las Américas para la Energía y el Clima y las coaliciones para desarrollar energías limpias y promover la seguridad energética regional. Seguimos progresando en iniciativas de energía limpia, especialmente en biocombustibles, donde Colombia es líder regional. El compromiso de EE.UU. con el medio ambiente también se extiende a nuestros lugares de trabajo. En abril pasado, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, anunció la Diplomacia Verde para hacer ambientalmente sostenibles las instalaciones del Departamento de Estado. Las Embajadas de EE.UU., incluyendo la mía, asumieron el reto. Me complace anunciar que la Embajada en Bogotá es ahora “verde”. Desde enero de 2009 hasta enero pasado, disminuimos el consumo de energía en un sorprendente 9%. Hicimos cambios sencillos: instalamos bombillos ahorradores de energía, apagamos los computadores durante la noche y ajustamos el aire acondicionado. El cuidado de nuestro planeta es un compromiso de largo plazo. Es un desafío global que requiere solución global, pero se hace persona por persona en el nivel local. Feliz Día de la Tierra. *Embajador de Estados Unidos *Rotaremos este espacio entre distintos columnistas para dar cabida a una mayor variedad de opiniones.

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