Columna


Costos de producción e ingreso real

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA

29 de agosto de 2010 12:00 AM

JOSÉ FÉLIX LAFAURIE RIVERA

29 de agosto de 2010 12:00 AM

La reducción del precio de la carne y de la leche, mayor durante los últimos meses, deteriora la ganadería del país. Ha sido atizada, por una parte, por el constante aumento de los costos de producción, y por otra, por la pérdida de capacidad adquisitiva de los ganaderos porque el índice de precios de la economía crece con mayor rapidez que los ingresos de los productores. Además, revela grandes fallas estructurales en la comercialización de la carne y de la leche, que hace que la baja de precios a los productores no llegue a los consumidores. Si se toma como referencia el precio pagado al productor por la leche en diciembre de 2008 como base cien, a julio de 2010 su precio estaba por debajo en casi 3 puntos, en tanto que el índice de precios al consumidor, IPC, aumentó en ese lapso 4,5 puntos. Los productores de leche perdieron 7,5 puntos de capacidad adquisitiva y lo que reciben no cubre el costo de vida. Cosa contraria ocurre con los productos procesados. Los derivados lácteos y el queso superan el incremento general de precios de la economía. Sus precios se situaron 12,2 puntos en julio de 2010 por encima del precio tomado como referencia (diciembre de 2008), y por supuesto, por encima de la inflación en 7,7 puntos. Igual ocurre con el queso, pero en menor proporción debido al menor precio en el último trimestre. La disminución del precio pagado al productor no sólo no se trasladó al consumidor final sino que los procesadores aumentaron mucho sus márgenes. Un productor lechero de Ubaté me comentó dos efectos de ésta destorcida de precios: se cambiaba paulatinamente a carne, aunque veía en este renglón una tragedia similar; y que la baja de la leche podría deberse al posible ingreso a Colombia de leche europea próximas a vencerse mediante la triangulación entre Europa y países de Suramérica, e ingresaría por Cúcuta. Los informes de la Policía Nacional sobre incautaciones de leche en polvo indican que hay contrabando. No se sabe su magnitud entonces saber su impacto en la baja de precios al productor nacional. En carne, la situación es igual de crítica. Tomando como referencia el mismo período (base diciembre de 2008), el novillo gordo está por debajo en 14,1 puntos, es decir, que frente a la inflación estos productores perdieron 18,6 puntos. El ganado flaco está aún más grave y habrá una contracción futura del hato. Entre diciembre de 2008 y julio de 2010, su índice de precios cae en 2,2 puntos, pero paralelamente los costos suben 9,4 puntos. Hay dos brechas importantes: el aumento de la diferencia entre ingresos y costos (11,6 puntos); y la brecha entre ingresos e inflación (6,7 puntos). Hay que fortalecer el control de precios de los insumos. El gobierno anterior puso bajo libertad vigilada el precio de los fertilizantes simples y compuestos (urea, Triple 15), los agroquímicos (herbicidas e insecticidas) y los medicamentos, pero sólo entró al régimen de libertad controlada el primer grupo. Quedó por fuera la sal mineralizada, de gran impacto en la natalidad. Hay que redistribuir mejor los valores agregados y hacer que las bajas de precios dinamicen la demanda y mejoren los ingresos de los productores. Esto al oído del ministro de Agricultura. *Presidente Ejecutivo –Fedegán jflafaurie@yahoo.com

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