Columna


Crisis de universidades públicas

ESTÉBAN BARBOZA PALENCIA

06 de noviembre de 2009 12:00 AM

ESTÉBAN BARBOZA PALENCIA

06 de noviembre de 2009 12:00 AM

No podemos concebir que un país que prioriza sus ingresos para la guerra, desfinancie y recorte cada año más la inversión para la educación, de allí que en los últimos días hemos presenciado tomas y movilizaciones de estudiantes universitarios, por el marchitamiento y el déficit de la educación pública universitaria. Para agudizar la triste realidad de los estamentos universitarios, según el Mineducación la deserción universitaria llega al 50% como consecuencia de la aguda crisis económica de muchos hogares, lo que obliga al estudiante a retirarse y buscar trabajo para ayudar al sostenimiento de su hogar. Son varios los factores que han profundizado la crisis en las universidades públicas de nuestro país: 1. El pasivo pensional y la concurrencia: Tras la aprobación de la ley 100 de 1993, los beneficios pensionales para profesores y trabajadores de la universidad se vieron recortados, además el Estado ha venido exigiendo que las universidades tengan que sacar de su bolsillo para pagar un porcentaje de los beneficios pensiónales anteriores a 1993. El pasivo pensional para 2007 era de 2 billones de pesos, y cualquier porcentaje que llegaran a pagar las universidades sería desastroso, por más mínimo que sea. 2. Presupuesto congelado desde 1993: con la aprobación mediante la ley 30 de 1992 se establece que el presupuesto de las universidades aumentará según el IPC. Esto en apariencia es bueno, pero el problema de la ley es que aumenta el presupuesto según lo que la universidad tenía en 1993, desconociendo que ahora hay nuevos profesores, más laboratorios, más estudiantes, más posgrados, nuevas sedes. La situación de la crisis financiera de las universidades es una realidad reconocida incluso por las directivas de la Universidad Nacional. Beatriz Sánchez, vicerrectora general ha manifestado que “si las cosas siguen así, en 2011 la universidad será inviable y empezarían a cerrarse programas”. Estudios de reconocidos profesores de universidades públicas han arrojado que para el funcionamiento de las universidades del país para el 2010, el Estado debe desembolsar aproximadamente $605.000 millones. Por eso, los $160.000 millones aprobados por el Congreso el 20 de octubre 2009, son insuficientes, teniendo en cuenta que ni siquiera van directamente al funcionamiento de las universidades, sino que van para el ICFES y el ICETEX. El derecho a la enseñanza, investigación y cátedra es un derecho fundamental constitucional, razón por la cual todos los afiliados a la CUT exigimos que el Estado desembolse el dinero correspondiente para el mantenimiento de las universidades. Aunque parezca mucho dinero, en realidad no es tanto, teniendo en cuenta que el Gobierno gastó en el 2008, el 6,5% de toda la plata que hay en el país, es decir, del PIB, en la guerra: $22,21 billones. Esto equivale a 37 veces de lo que necesita la universidad pública para sobrevivir. Hace falta voluntad política. ¿Por qué cuando la crisis bancaria el Gobierno impuso el 3 x 1.000 para salvarlos, y ahora no se hace nada por las universidades? Debemos exigir que del 4 x 1.000 que ahora todos los colombianos pagamos a los bancos y a la guerra, se apropie un 1 x 1.000 para financiar la educación pública de calidad para todas y todos los colombianos. Los desembolsos que se congelaron del cuestionado programa Agro Ingreso Seguro, deben ser girados para los estamentos universitarios y así acabar con el déficit financiero que hoy arrastran. *CUT BOLÍVAR cutbolivar@gmail.com

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