Pocas épocas como esta demandan un fortalecimiento en las relaciones internacionales de Colombia que la presente ante el mundo y la región como interlocutor y sujeto de la integración en las abundantes organizaciones multilaterales. Las relaciones comerciales, el respeto a las realidades políticas, el libre tránsito de personas entre países, son aspectos importantes del mundo globalizado. Debemos acudir a todas las herramientas validas disponibles, destacando la cultura, un bien intangible que crea lazos y tiende puentes libres de las controversias e intereses encontrados entre los países. Internacionalizar nuestra cultura debe ser un propósito nacional en el que debemos trabajar de manera simultánea en varios frentes: Se requiere la difusión amplia y coordinada de nuestra diversidad cultural y de la identidad nacional. Llevar nuestras expresiones artísticas al mundo debe ser una labor de los ministerios de Cultura, Relaciones Exteriores y la Cooperación Internacional. El trabajo de estas entidades, con metas claras, buscando el apoyo financiero en la cooperación internacional y contando con ayuda del presupuesto nacional, permitirá mostrar al mundo la idiosincrasia colombiana para que nos juzguen por lo que somos y no por lo que imaginan. Una segunda área es el intercambio con otras culturas. Actividades como Hay Festival, o la participación más activa dentro de organismos como la Red Internacional de Políticas Culturales, el Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial de América Latina o la Comisión Interamericana de Cultura de la OEA, serán los escenarios para compartir nuestra cultura con otros países, fortaleciendo el conocimiento mutuo y enriqueciendo nuestro patrimonio cultural. Finalmente, la internacionalización de la cultura implica también conocer y entender otras culturas. Los establecimientos de educación superior, el ministerio de Educación, el ministerio de Cultura, Icetex y Colciencias, deben formar especialistas en las distintas culturas: asiática, europea, africana, latinoamericana y norteamericana. Serán estos especialistas quienes nos permitan acercarnos a los países del mundo de manera adecuada y con conocimiento de sus peculiaridades. Con ellos estaremos mejor preparados para negociar, interactuar o simplemente, comprender la motivación de otros países y darles respuesta adecuada, respetuosa con sus costumbres y acorde con nuestra identidad. Avanzar es un imperativo. Colombia no puede darse el lujo de permanecer en el ostracismo mientras el mundo se adelanta hacia una mayor integración. Europa, con su diversidad de idiomas, razas y culturas, señaló un camino que Latinoamérica, más homogénea, ha debido entender hace ya años. Otra vez la Unión Europea, toma la iniciativa, creando una asociación para impulsar las relaciones con las culturas asiáticas. El Lejano Oriente hace esfuerzos por entender el mundo Occidental. Brasil y México, en Latinoamérica, llevan la batuta regional al promover su cultura y buscar la integración. Aprendamos de estos ejemplos, adaptémoslos a nuestra naturaleza y comprendamos que abrir las fronteras de nuestro espacio es la manera de traer el resto del mundo a nuestras vidas. *Ex ministra de Cultura galeriachicamorales@yahoo.es
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