Columna


DAS

RODOLFO DE LA VEGA

08 de mayo de 2010 12:00 AM

RODOLFO DE LA VEGA

08 de mayo de 2010 12:00 AM

La institución gubernamental Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) se ha convertido durante los últimos meses en comidilla apetecida de la prensa, de la radio y de la TV. Curiosamente, nadie se ocupa del DAS para ponderar sus virtudes (que las tiene), o para enaltecer su eficiencia. Una serie de acontecimientos censurables han puesto el nombre del DAS en el banquillo de los acusados; se atribuye al DAS, entre otros hechos, interceptar (chuzar) ilegalmente las líneas telefónicas de altos funcionarios del Estado, como parlamentarios, magistrados y miembros del ejecutivo. A esto se suman las declaraciones de antiguos paramilitares y miembros de la insurgencia. Las acusaciones de unos y otros funcionarios del propio DAS, van y vienen como bolas de “ping-pong”. Como resultado de una serie de investigaciones de la Fiscalía y del último Director del DAS, se recomienda la liquidación del Departamento Administrativo de Seguridad y la conformación de un nuevo organismo que se llamaría Agencia Central de Inteligencia de Colombia (ACI). Es conveniente hacer un poco de historia al respecto, a fin de no quedarnos con aquello de que “la calentura no estaba en las sábanas”. Antes de 1953, las funciones de seguridad, o policía secreta, era ejercida por un personal de la Policía, sin uniforme. Nosotros, los comunes parroquianos, la llamábamos simplemente la “Seguridad” y, aunque tuviera su propio jefe, estaba adscrita y sujeta a la comandancia de la Policía, tanto en lo nacional, como en las ciudades capitales de departamentos. Ya entonces, a la “Seguridad” se le atribuía intervención indebida en política. Con el ascenso inesperado a la Presidencia de la República del General Gustavo Rojas Pinilla, el 13 de junio de 1953, de inmediato se inició el estudio para conformar un cuerpo de seguridad que actuara separadamente de la Policía Nacional y que dependiera directamente de la Presidencia de la República. Ese estudio culminó con la expedición del Decreto 2872 de 1953, mediante el cual se creó el Servicio de Inteligencia Colombiano (SIC). Si bien es cierto que el SIC trató de tecnificar sus servicios en beneficio de la seguridad nacional, también fue utilizado como medio de espionaje y represión en contra de quienes no comulgaran con el Gobierno. En época en que no se reunía el Congreso y la prensa estaba amordazada, el SIC actuaba impunemente en sus labores de política subterránea. Sin embargo, debe reconocerse que en casos de combatir los delitos comunes y proteger los bienes de los ciudadanos, el SIC fue de una eficiencia innegable. Durante el Gobierno del Presidente Alberto Lleras Camargo, el SIC fue disuelto y, mediante Decreto 1717 de 1960, sustituido por el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). Gobiernos sucesivos dictaron medidas reformadoras del DAS, con el fin de hacerlo un organismo moderno de alta tecnología. Una de las atribuciones que ha persistido desde la “Seguridad”, el SIC y, hasta ahora, el DAS, es la expedición de los certificados de “Antecedentes Judiciales”. Ojalá que la nueva institución que se conforme sea definitivamente para la protección de la sociedad y no vaya a ocurrir que “la calentura sí estaba en las sábanas”. *Asesor Portuario fhurtado@sprc.com.co

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