Columna


Democracia y soberanía

GIL ALBERTO FALCÓN PRASCA

24 de julio de 2009 12:00 AM

GIL ALBERTO FALCÓN PRASCA

24 de julio de 2009 12:00 AM

En Colombia se encuentran más de mil militares gringos debido al Plan Colombia acordado por Clinton y Pastrana, el cual sirvió para que en los gobiernos de Álvaro Uribe, la fuerza pública y los organismos de seguridad violaran los DD y los DIH a la población civil, lo que ameritó una revisión de los congresistas demócratas de esta ayuda económica; en Cartagena se encuentran estos mercenarios con todos sus sofisticados equipos de espionaje en el Edificio Inteligente. Colombia es el lugar perfecto, geopolíticamente estratégico, con dos mares, cinco fronteras y un presidente vil y servil, con los medios de comunicación y el Congreso a su servicio, que los propios gringos ni siquiera tienen que arriar, sino atajarlos. Defienden la intromisión militar norteamericana sin tener en cuenta el Principio Constitucional del Art- 9. Los principios constitucionales no son negociables, el Presidente ni nadie podrá etiquetar la dignidad del pueblo colombiano ni los preceptos de unidad, territorio, cultura y autonomía que rigen en nuestra carta política, seriamente deteriorados con los países vecinos por acordar montar en las cinco principales bases de la Fuerza Aérea y la Armada en el país: Apiay, Malambo, Palanquero, Cartagena y Bahía de Málaga, la Base gringa de Manta que el gobierno norteamericano tenía en el Ecuador, burlando constituciones y llevando a cabo toda clase de funciones soterradas, aparte de las netamente militares, en los terrenos ideológicos, políticos y económicos, como es tumbar gobiernos de acuerdo a su conveniencia. La teoría militar norteamericana para el control del mundo, definida por el Pentágono en el contexto de la “lucha antiterrorista, antidroga y el secuestro” la utilizan como pretexto para las instalaciones de bases militares de este país. Serán 1.400 militares y 600 contratistas adicionales, a cambio de 42 millones de dólares y la futura firma del TLC, el cual no se ha firmado por asesinar y violar los DDHH de los sindicalistas. En el TLC entregaran nuestros recursos naturales, nuestro mercado, nuestra mano de obra abaratada y nuestra precaria producción nacional. Los gringos no reconocen ningún tratado o leyes internacionales, ni permiten que sus militares sean juzgados por crímenes de lesa humanidad, ni siquiera por los EUA, sin poder ser tocados por sus hechos punibles los llamados contratistas o mercenarios a nombre del imperio norteamericano, con aviones y tecnología de punta de inteligencia, que al igual que el G- 3 del DAS, sin autorización y sin ningún control del Estado interceptan equipos de comunicaciones, especialmente a los que hacen oposición a las políticas imperialistas. La CUT, como representante de la sociedad civil, con presencia en los 1.101 municipios, sin vacilación rechaza la injerencia norteamericana con los famosos Acuerdos de Cooperación, fundados en la violación flagrante de los mandatos de la Constitución Política, Art – 9, Art- 173 numeral 4 y 237 numeral 3. Hay que construir un gran bloque popular que aborde la lucha por la soberanía y la autodeterminación nacional, y se oponga a la intervención imperialista, por la democracia y la defensa de los DECS, la solución política al conflicto, la paz con justicia social, el bienestar de la población, el desarrollo nacional y la integración latinoamericana soberana e independiente de los leoninos acuerdos comerciales impulsados por las grandes potencias. *CUT BOLÍVAR cutbolivar@gmail.com

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