Los colombianos sufrimos de amnesia histórica, a pesar de la cruda realidad, tenemos la tendencia a olvidar nuestras desgracias y nos extrañamos cuando desde el exterior nos las recuerdan. Pareciera un mecanismo de defensa de nuestra sociedad, frente a una violencia entronizada durante siglos que nos convirtió en seres insolidarios e insensibles. La violencia de ayer se borra con la de hoy. El gobierno actual es experto en tender cortinas de humo, sobre hechos de trascendencia nacional, para opacar la importancia de los mismos. Reiteradamente recurre al sentimiento nacionalista (No más Chávez); organiza campañas publicitarias (Los corazones en EUA); acude a sentimientos pietísticos (gripa porcina presidencial); observa el retrovisor de la historia y genera debates insulsos. Estas estrategias son apoyadas por los medios de comunicación obsecuentes al establecimiento; Radio, TV y prensa, llamados el cuarto poder, actúan como el mincomunicaciones Uribista. La coyuntura política e ideológica, favorable al sistema, es trillada y repetida hasta la saciedad; la sucesión de imágenes y noticias, va sepultando los hechos secuencialmente. Desinforman, se autocensuran, limitan la libertad de expresión de periodistas y los convierten en adalides del régimen, impidiéndoles realizar análisis objetivos y críticos sobre nuestra realidad. Pero además son el instrumento de alienación del pensamiento popular con telenovelas, enlatados policíacos, realitis, farándula y paradójicamente con recetas culinarias para 20 millones de colombianos que no ganan para comer. Por ello la visita de cuatro Relatores Especiales de la ONU a nuestro país, es mostrada por los medios de comunicación, como hechos aislados, sin contenido sobre las causas y consecuencias de estas misiones humanitarias y sin debate de frente a la opinión pública. La relatoría ejecuciones extrajudiciales, tomó atenta nota de los crímenes de Estado, perpetrados por miembros de las Fuerzas Armadas; La de los DDHH y libertades fundamentales de los pueblos indígenas, se percató de su eliminación sistemática y el despojo de sus tierras; La de la protección de los defensores de los DDHH, se entero de la eliminación, persecución y atropellos de que han sido víctimas estas personas y sus organizaciones. Está por venir la Relatoría para la Independencia y autonomía de la Rama Judicial, solicitada por la CSJ, que será enterada de la manera como el Ejecutivo ha querido incidir en las decisiones de la administración de justicia. La presencia de estas relatorías es una sanción ética y moral de la comunidad internacional, muestran ante el concierto internacional, la honda crisis humanitaria y la afectación de los DDHH, que padece el pueblo, los medios guardan mutismo sobre estas denuncias y minimizan la presencia de estas misiones, actitud diferente, cuando celebran con bombos y platillos “la certificación” del Imperio en materia de DDHH. La CUT, es una organización que lucha por los DDHH de nuestra población y por ello siempre estaremos atentos a la denuncia, a la discusión y al planteamiento de soluciones, frente a las graves violaciones y prestos a participar en todos los escenarios estatales y privados, nacionales e internacionales, para aportar nuestras ideas en salvaguarda de los DDHH de los colombianos. Ojalá pudiéramos contar con el apoyo de un periodismo libre y comprometido con los principios del humanismo. *CUT BOLÍVAR cutbolivar@gmail.com
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