Columna


Da tristeza saber que todo se lo roban. Por donde se mete la cabeza y se averigue, lo único que se encuentra es que nada cambia y por el contrario, día a día, los que se han denominado “políticos” coadyuvan para que se continúe saqueando el erario. Que la Gobernación cancele cuentas de salud por cifras que superan lo lógico y lo normal en el caso de consultas siquiátricas que, llevadas a conversión darían para pensar que el setenta por ciento de los sucreños están locos, deja mucho que desear y pensar. Qué vagabundería. En Tolú el mal de la corrupción capea sin dolientes y se enquistó en sus administradores públicos. Las cuentas que se pagan están supeditadas a la famosa vacuna que ya hizo carrera por doquier para que sean prontamente agilizadas. En cualquier contrato que se presente tiene que ser incluido por obligación un porcentaje ya famoso de gastos e imprevistos de trámite, para que sea aprobado y posteriormente cancelado. Si por algún motivo las cuentas por cancelar están congeladas, el porcentaje será mayor para su trámite positivo. Todo tiene un precio. Lo denunció el médico Aristides Buelvas, en el “conejo comunal” del día 17 de octubre, ese en el que el ex ministro Felipe Arias, más conocido como “Uribito”, y el Presidente, pensaron que era un programa televisivo para la defensa de “Agro Robo Seguro” y la campaña presidencial del mismo señor. Fue con Contralor Nacional a bordo y todo. Hasta ahora nada pasa, ni creo que pasará. Los entes de control están en manos de los mismos con las mismas. Las regalías se las han robado y se las siguen robando sin que nadie de los llamados “políticos” y entes de control, digan algo. Mientras tanto la pobreza, la miseria se campea por todo el territorio sabanero. Los jóvenes abandonados a su suerte sin poder pensar en un mejor mañana, los ancianos arrinconados en su propia indigencia permitiéndoles solo vivir el baúl de sus recuerdos cuando hacían parte de la sociedad, en fin, toda la sociedad sumida en la lucha sin cuartel para no entrar en ese gran porcentaje de colombianos que están, unos desplazados, otros amenazados y los demás en la indignidad. Ahí están y ahí se quedan los que se han robado mil veces a Sucre. Ahí están los asesores que permanecen así sus jefes hayan, incluso, pagado cárcel. Es el régimen que denunciaba en su momento Álvaro Gómez Hurtado. Son los mismos que todo lo manejan para beneficio de ellos y sus jefes. Solo hay que mirar la nómina en Tolú. Es la misma clase “politiquera” y corrupta que ahora impondrá los candidatos al Congreso Nacional a través de sus familiares, si ellos no pueden serlo. Son los mismos con las mismas que han manejado al Departamento desde su creación sin que hayan hecho debate alguno sobre el problema en el Congreso Nacional. Sincelejo, Corozal, Tolú, Coveñas, Sampués, San Marcos, Los Palmitos, Morroa, en fin, todos los pueblos sucreños ponen su buena cuota de esta podredumbre, que produce un olor tan fétido que, desde la Sierra Flor se percibe por los cuatro puntos cardinales, sin que autoridad alguna se apersone de su rol, para ponerle el “tate quieto” a esta corrupción que solo miseria y muerte deja por todo el territorio sabanero. Ojalá semejantes personajes paguen por su afrenta a Sucre y su pueblo. *Periodista, ex asesor de paz del gobierno Pastrana, ex facilitador del gobierno de Uribe para un acuerdo humanitario. lviveropaniza@hotmail.com

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS