Columna


Destino turístico, o ciudad turística

REDACCIÓN COLOMBIA

12 de mayo de 2010 12:00 AM

FADIA MORAD AMÍN

12 de mayo de 2010 12:00 AM

Cartagena de Indias, Distrito Turístico y Cultural; es siempre blanco de críticas y halagos de asesores, expositores, maestros y visitantes del común. Los cartageneros escuchamos frases como: “Cartagena tiene un potencial increíble”; “Cuando llegué a Cartagena nunca imaginé encontrarme un centro histórico tan preservado”; o “Cartagena es mágica”. Pero también: “Las playas cartageneras no tienen aguas cristalinas y hay mucho desorden”; “Podrían organizar a sus vendedores ambulantes”; “Cartagena es un destino imposible para turistas nacionales, es muy costosa”; “Los cartageneros no hacen, ni dejan hacer”; o estas palabras de un inversionista extranjero: “aquí todo el mundo defiende sólo sus propios intereses”. Todas ellas son verdad, afortunada y desafortunadamente. No hay cartagenero que no lo sepa y parece importarle a muy pocos. Como dijo uno de los asesores más acertados que he escuchado: los rodea un pensamiento “resiliente” (terco, resistente), y además, hay quienes trabajan como compañeros obligados (pero no por convicción). Llevo un poco más de dos años como directora del Cartagena de Indias Convention Bureau, oyendo las mismas críticas y las mismas frases halagadoras; ni en ellas nos hemos reinventado. Este es un síntoma del síndrome de una ciudad a la cual no se le puede llamar destino turístico en toda su dimensión. Una ciudad turística tiene una infraestructura que atrae a los visitantes, pero necesita productos y atractivos que hagan que los visitantes no se puedan morir sin antes visitarla. ¿Qué le falta entonces a Cartagena para ser destino turístico, si al parecer lo hacemos bien? La respuesta está en nuestra cultura, en nuestro quehacer diario. Necesitamos que la relación publico privada sea inseparable distrital y nacionalmente, y nunca olvidar a los locales, quienes permitirían obtener nuestros objetivos y poder satisfacer al cliente y trabajar con un mismo norte. Adicionalmente, debemos hacer de Cartagena, para propios y visitantes, una experiencia de vida, donde todos seamos protagonistas. ¿No creen ustedes que esto nos acercaría un poco más a ese destino Cartagena de Indias distrito turístico y cultural que soñamos? ¿Qué hacer? Los cartageneros lo conversamos una y otra vez. En mi caso sigo tratando de encontrar una solución a nuestro letargo, pero no la encuentro. Vuelvo entonces a preguntarme: ¿seremos un destino turístico algún día? ¿Cómo encontrar soluciones colectivas? Es una cuestión de cultura, de modales, de aprendizaje básico, de respeto a nuestros pares y a su labor en nuestra sociedad, pero sobretodo de voluntad. Cada uno de nosotros debe, desde su hogar y puesto de trabajo, hacer un análisis introspectivo de lo que hacemos. Propongámonos trabajar en un solo aspecto al tiempo, que podamos mejorar. La competitividad en turismo es sencilla; está en la capacidad para ser mejores que los demás, ejecutando los planes y entendiendo que eso se logra dando el primer paso. Después vendrán las grandes teorías. Los invito a dar el primero y lograr que nuestros visitantes se sientan a gusto. Un destino turístico se construye entre todos, pero una ciudad turística sin inclusión no será sostenible ni mucho menos competitiva. *Directora Ejecutiva Cartagena de Indias Convention Bureau direccion@cartagenatravel.com

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