Columna


Diplomacia inconsistente

DARÍO MORÓN DÍAZ

25 de julio de 2009 12:00 AM

DARÍO MORÓN DÍAZ

25 de julio de 2009 12:00 AM

En el manejo de las relaciones exteriores la cancillería colombiana acude frecuentemente a argumentaciones inconsistentes, estas son más evidentes respecto a los países fronterizos: Ecuador y Venezuela. De esa manera la relación con ambas naciones es cada día más conflictiva. El acuerdo del traslado de la base de Manta de Ecuador a varios sitios de Colombia, fue presentado ante el país de manera endeble y con falta de tacto estratégico. De igual manera la salida de la base de Manta coincidió a la vez con el anuncio del traslado a Colombia. Dicho sea de paso y para agravar más la falta de claridad el susodicho acuerdo se conoció primero por un informe periodístico de la Revista Cambio. Ante tanto desaguisado la reacción en Colombia no se hizo esperar, tanto el Consejo de Estado como miembros del Senado glosaron el manejo clandestino que se le dio a un asunto de tanta trascendencia. Además, por la circunstancia de que la base militar de Manta se multiplicaba en territorio colombiano. La función de la base norteamericana en Ecuador estaba destinada a la vigilancia de las actividades del narcotráfico en la costa Pacífica. En cuanto a Venezuela y el presidente Hugo Chávez es menester destacar los antecedentes del conflicto entre Estados Unidos y Venezuela, así como el contexto del mismo en la era Bush. El mandatario venezolano tiene motivos para pensar que el petróleo es un botín apetecido por los intereses petroleros norteamericanos. Por tanto considera que la decisión colombiana favorecería la beligerancia contra él de parte de los norteamericanos. Tampoco puede olvidarse el origen del armamentismo de Chávez desarrollado en la era Bush. A Venezuela le negaron la venta de armas para modernizar su ejército. Tal situación lo llevó a comprarlas en Rusia, China y Brasil. El canciller colombiano Jaime Bermúdez expresó en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara (es otra inconsistencia), que el convenio de las armas compradas a China, Rusia y Brasil es equiparable con la presencia de bases militares en territorio colombiano. Con ese tipo de argumentos endebles no se puede tratar de convencer a la comunidad internacional y a los gobiernos de Ecuador y Venezuela a buscar la tranquilidad y convivencia entre vecinos. De contera es preciso anotar que Brasil no ve con agrado la presencia, cerca de sus fronteras y de la Amazonía, a otra potencia extranjera. Lo deseable sería encontrar la manera de resolver este conflicto, producto del mal manejo de las relaciones diplomáticas bilaterales, acudiendo a los países amigos en la Unión Europea. Por último no queremos que nos afecte una guerra, contrario a lo que piensan los guerreros andinos, sobre todo para quienes vivimos en una ciudad que tiene zona industrial, refinería, así como también una Base Naval que obviamente seria un sitio vulnerable ante cualquier agresión. Ojalá sea posible la paz y la convivencia latinoamericana, con mejor accionar diplomático de los actores: Colombia, Venezuela y Ecuador. Así mismo que el presidente Barack Obama rectifique la política exterior hacia Latinoamérica, que todavía parece ser la misma del anterior régimen del señor Bush. *Médico Cardiólogo. Ex Director de EL UNIVERSAL. Académico de Número de la Academia Nacional de Medicina, de la de Cartagena y de la de Historia. morond@telecom.com.co

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