Columna


Echar los perros, grogui y otras expresiones

CARLOS GUSTAVO MÉNDEZ

20 de junio de 2010 12:00 AM

CARLOS GUSTAVO MÉNDEZ

20 de junio de 2010 12:00 AM

Una noticia de El Universal de esta semana dice que, según una investigación realizada por Lina María Ángel, bióloga de la Universidad Javeriana, “echar los Perros” es una descarga de energía. Según la investigadora, cortejar o “echarle los perros”, como se dice coloquialmente en Colombia, produce un gasto de energía en los individuos por todos los “perendengues” que conlleva el inicio de una relación, como son: rumbear, desplazarse, arreglarse y sigue un largo etcétera de actividades que se despliegan cuando cupido ha lanzado sus dardos perfumados. La expresión “Echar los perros” parece que tiene un origen taurino. Antiguamente, cuando un toro en la lidia, se mostraba remiso para embestir o rehuía el capote, el público solía pedir a gritos: “perros, perros” para indicar que se debían soltar en el ruedo una jauría de canes, entrenados para hostigar al animal con ladridos y mordiscos. Si después de este acoso despiadado, el toro no reaccionaba, era condenado a la puntilla. La costumbre de aperrear o echar los perros era muy usual en España, Vasco Núñez de Balboa le echó una docena de perros feroces a un grupo de indígenas sodomitas, a los cuales destrozaron inmisericordemente (Galeano E. Memoria del Fuego. Tomo I. Pág. 67) Esta expresión más tarde pasó a significar acoso u hostigamiento y en algunos países, entre ellos Colombia, se convirtió en sinónimo de cortejar. El 17 de junio, Fernando Londoño, en su columna de El Tiempo dijo que “El Partido Liberal había quedado grogui”. En Cartagena estar "Groggy" significa estar muy borracho, aunque en inglés el término significa medio borracho o calamocano. Este término tuvo su origen en que los marineros ingleses apodaban al almirante Vernon como "Old Grog" porque este usaba en los días de mal tiempo un abrigo de grogam (seda y pelo de cabra de angora) y como Vernon prohibió que los marinos tomaron ron puro, sino que en su defecto debían ingerirlo mezclado con agua y azúcar, la tripulación designó esta mezcla como Grog. Con el tiempo a los que se pasaban de tragos les decían que estaban groggy. Este término más tarde se utilizó en el boxeo para significar turulato o vacilante. El viernes 18, recibí una separata comercial denominada “Carrefour Chévere” que promociona los artículos de este almacén. Chévere es de origen incierto. Una teoría dice que viene de una conga procedente cubana, que dice: Uno, dos y tres/ que paso más chévere y otra que es un neologismo de un lenguaje africano. Otra versión sostiene que en Cuba vivía un francés de apellido Chevert, quien era afable y generoso, lo cual hizo que se identificara con su apellido, que sonaba mejor como “chévere”, a las personas alegres y dignas de reconocimiento y admiración. Por último, como el domingo 20, habrá elecciones, la ley seca prohíbe que la gente esté ebria ni en “tres quince”, una expresión que significa estar a medio camino entre la sobriedad y la borrachera, cuyo origen, se sitúa en Andalucía, en donde había un bar, que anunciaba la venta de tres vasos grandes de vino por 15 céntimos, por lo cual era muy concurrido por los beodos, que salían del establecimiento un turulatos, los vecinos decían con burla al verlos, “Mira ese se bebió tres de quince”. *Directivo universitario. Miembro de la Academia de la Historia de Cartagena. menrodster@gmail.com

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