Columna


El doble perfil de Bolívar

JAIME ANGULO BOSSA

08 de agosto de 2009 12:00 AM

JAIME ANGULO BOSSA

08 de agosto de 2009 12:00 AM

La crítica muestra dos perfiles de Bolívar, ambos míticos: el derechista asumido por las burguesías de los países cuya libertad logró, que lo ven centralista, autoritario e incluso pro monárquico, y el de izquierda defendido por sectores populares de aquellos, con vehemencia ahora por los de Venezuela, que para ello se basan no solo en su visión de una Latinoamérica fuerte y solidaria ante Estados Unidos sino en la proyección social que tuvo y tiene como líder progresista defensor de los débiles. Siendo uno el héroe, sus adoradores en los países que libertó lo han dividido dialécticamente, más en Colombia y Venezuela por competencia fronteriza, en dos próceres diversos y contrarios, opuestos en ideario y decisiones, incluso en sus maneras. Uno inclinado del todo al pueblo, el de izquierdas; otro menos que divide afectos entre aquel que lo sigue y la clase dirigente que lo adula, el de derechas. Tan cierto lo dicho que uno mayoritario en proclamas revolucionarias sale de la boca caribeña de Chávez y otro igual en componendas con la oligarquía esculpe con sigilo la andina de Uribe. Hay por eso un Bolívar de pelo en pecho que lo muestra todo y otro enruanado que nadie sabe lo que esconde, cultivados tanto en Venezuela como aquí, aquel más en Caracas y menos en Bogotá y este más en Bogotá y menos en Caracas, quizás. Dicho escindido Libertador –el primero liberal y demócrata, el segundo conservador y de aparente autocracia- es el que nos divide y separa a los bolivarianos de cada país. Jamás ha existido un Bolívar excluyente a imagen y semejanza de Venezuela y otro parecido sólo a Colombia. El Bolívar real es uno solo pero diverso, perteneciente a los Estados que independizó, de contradictorio desarrollo ideológico, cuyos rasgos más democráticos y progresistas exponen Chávez y sus seguidores, mientras Colombia, situándose a medias ante la dictadura septembrina por sus implicaciones a favor o contra Santander y la autoritaria Constitución Boliviana que unos llaman “jacobina”, se contenta con ponderar a Bolívar como el protohéroe de batallas ganadas sobre el corcel de la gloria, adornado de hermoso uniforme militar y blandiendo triunfante la espada libertadora de 5 naciones, o sea, al Bolívar para todos, neutro, de colegios y desfiles, sietes de agosto e himno nacional, y acartonados discursos, sin adentrarse por temor en su pensamiento avanzado que hace temblar a la oligarquía. Aliada a EE.UU, Colombia esconde el Bolívar latinoamericanista, antiyanqui, que dijo esto: “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad” y calla cuando los gringos asumen la defensa de esta mientras sojuzgan a Latinoamérica, causa de la crisis creada por las bases militares que hoy le pretende conceder al Imperio. Ese Bolívar es el mismo grande que plantea la izquierda implícita en estas palabras fundamentales por su progresismo: “El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”. Me gusta el Bolívar nervudo, pecho abierto e izquierda implícita, visionario, con triunfante espada de cinco sangres. *Abogado, catedrático, ex Representante, ex Senador, ex Gobernador, ex embajador ante la ONU. jangossa3@gmail.com

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