Columna


El “Cuarto de al lado” del Foro Económico

PADRE RAFAEL CASTILLO TORRES

11 de abril de 2010 12:00 AM

PADRE RAFAEL CASTILLO TORRES

11 de abril de 2010 12:00 AM

No tengo claros los alcances en la inequidad y la pobreza, del quinto foro económico, celebrado en Cartagena. Como la crisis económica dejó 60 millones de desempleados, vale proponer lo que, sobre economía y vida, nos atrevimos a considerar desde el “Cuarto de al lado”, que no es cosa distinta al derecho a opinar de la gente del común, desde el palito de caucho mirando hacia el Centro de Convenciones. Aquí sus propuestas: Primero: rescatar el sentido originario de la economía para garantizar la base material de la vida personal, social y espiritual. Ella no puede ocupar todos los espacios, como en los últimos decenios. La sociedad mundial se volvió de mercado. Hasta el sexo de la Santísima Trinidad lo volvieron mercancía para ganar dinero. La economía es parte de un todo mayor, con tres espacios de la actividad humana. En primer lugar, somos seres de necesidad: necesitamos comer, beber, tener salud, habitar, y otros servicios. Es el campo de la economía. Y somos seres de relación: colaboramos con los otros, y juntos construimos el bien común. Es el lugar de la política. Por último, somos seres de creación: cada uno posee habilidades, ejerce su libertad y hace que la sociedad avance. Es el ámbito de la cultura. Todas se entrelazan, tienen conflictos, pero no invalidan esta estructura básica. Segundo: repensar cómo usamos el dinero. Antes la gente no tenía billete…; sino el trueque: yo te doy plátanos y tú me das mojarras. Era una relación directa, de confianza. El trueque era interpersonal, basado en la justicia. Pero entró el dinero como medio de trueque, y comienza a significar poder: «quien no tiene, quiere tener; quien tiene, dice: quiero tener más; y quien tiene más, dice: nunca es suficiente». Entonces surge la holgazanería como posibilidad de ganar sin trabajar. Es el dinero haciendo dinero. Tercero: reconocer que el dinero tiene tres usos legítimos: comprar, economizar y donar. Hay que consumir lo que se necesita. Aún así, debemos preguntarnos: ¿compro porque lo necesito o sigo la propaganda? Este dinero es para el hoy. El segundo uso del dinero es para economizar para el mañana. No sabemos las vueltas que da la vida: enfermedad, desempleo, etc. En Cartagena no se economiza, se sobrevive. Pero si sobra, ¿dónde ponerlo? Bajo el colchón no es correcto. Surgen los bancos, que guardan el dinero. Lo hacen rendir al prestarlo a quien quiere producir sin capital propio y debe devolverlo con intereses. El Cuarto de al lado piensa que el microcrédito es mucho más decente que los bancos y el pagadiario. El tercer uso es donar. El dinero no es para acumularlo sino para circularlo. Si atiendo de manera suficiente y decente mis necesidades, si tengo economías que me dan cierta tranquilidad para el futuro, si tengo garantizado el bienestar y cierto futuro para la familia, la donación es desprendimiento. Expresa la gratitud por el don de la vida, salud, amor recibido de los otros. Es altamente ético donar para los que no tienen casa o son víctimas de la explotación sexual infantil o no tienen qué comer. Dios permita que el gran acuerdo de este foro haya sido globalizar una solidaridad como expresión de la alegría impagable de hacer el bien amando a los otros. *Sacerdote y sociólogo, director del Programa de Desarrollo y Paz de los Montes de María. ramaca41@hotmail.com

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS