Columna


Elecciones y desengaños

GIL ALBERTO FALCÓN PRASCA

28 de mayo de 2010 12:00 AM

GIL ALBERTO FALCÓN PRASCA

28 de mayo de 2010 12:00 AM

Los candidatos de siempre utilizan como estrategia comprometerse a combatir el desempleo, corrupción, pobreza e inequidad social. Con esas consignas, Gaviria, Samper, Pastrana y Uribe aplicaron las recetas neoliberales del gran capital e impusieron reformas radicales que arrasaron derechos laborales, pensiónales y de salud (ley 50/90, 100/93, 789/02). Las elecciones de los últimos 20 años nos enseñaron que las intenciones reales de los candidatos no salen a flote y se maquillan en el discurso oral, al estilo Gaitán. Ni ellos mismos, ni sus seguidores, lo creen. Se institucionalizó que los programas de gobierno, locales, departamentales y nacionales, son demagogia y engaños. El capital nacional y transnacional financia las campañas y pone las condiciones con una persona de confianza en el poder, para garantizar sus inversiones. Los medios de comunicación de los grandes inversionistas, con asesores internacionales, son desfavorables a la oposición. La intención de voto del ciudadano común se va moldeando, sin que se percate de la manipulación y termina votando y defendiendo frenéticamente al que luego será su verdugo más descarnado. Uribe ha sido el más hábil para la demagogia y manipulación, reeligiéndose; manteniendo la popularidad con sus consejos comunales. En sus gobiernos aumentaron la corrupción y clientelismo; fracasaron promesas de exterminio de la guerrilla y de los paramilitares; hubo falsos positivos; “agroroboseguro”; yidispolítica; parapolítica; impunidad, extraditando a sus aliados paramilitares, posesionando un nuevo sistema de gobierno, el narcoparaestado, que sigue vivo en el recién elegido Congreso de la República. El compromiso del movimiento social es estar al lado de los intereses del pueblo y en defensa de nuestra patria, denunciando este engaño y burla con la democracia cada 4 años. Esos grandes financistas hoy apoyan a Santos y Mockus, para que todo siga igual: más riqueza para los monopolios, las grandes empresas y el sector financiero y la aplicación de políticas autoritarias para garantizar y blindar sus inversiones. Colombia necesita un cambio, la opción creíble es Gustavo Petro, candidato del PDA, único partido y aspirante que buscan cambiar el rumbo del modelo económico, sin engaños. No tiene apoyos, compromisos, ni presiones de los financiadores poderosos de campañas, lo cual le permitirá cumplir lo prometido, sin demagogias, a las madres comunitarias, que serán empleadas públicas; se privilegiará al afro, indígena, minorías sexuales, mujer, jóvenes y al campo, con inversión social. El día laboral terminara a las 6 pm, pagando el recargo nocturno y horas extras; se prohibirán las CTA, contratación civil, órdenes de prestación de servicio, para que los taxistas tengan seguridad social; mantendrá los parafiscales para sostener el Sena e Icbf; pensión vitalicia de $200.000 mensuales para ancianos mayores de 65 años; se restituirán los derechos de los pensionados; educación, créditos para mototaxistas, bicitaxistas y vendedores de minutos. Colombianos abstencionistas, jóvenes, pensionados, trabajadores de la informalidad, es la oportunidad que Dios y la democracia nos da para desterrar la pobreza, desempleo, violencia, corrupción, inequidad social, y demagogia, votando por Petro el 30 de mayo 2010. *CUT BOLÍVAR cutbolivar@gmail.com

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