Columna


Elecciones

MIGUEL YANCES PEÑA

29 de marzo de 2010 12:00 AM

MIGUEL YANCES PEÑA

29 de marzo de 2010 12:00 AM

Hasta qué punto los resultados de los comicios del 14 han influenciado las encuestas de opinión recientes sobre la intención de voto de los colombianos para las próximas elecciones presidenciales, es algo que está aún por determinarse. A pesar de que la motivación para elegir presidente es muy diferente que la que lleva a elegir congresistas, los resultados de las encuestas y los de los comicios se asemejan: el partido de la U (Juan Manuel Santos) obtuvo el mayor número de congresistas y puntea las encuestas; el Partido Conservador, logró el segundo mayor número, y Noemí Sanín le sigue en las encuestas, y así. Parece como si la opinión nacional se estuviera dejando arrastrar por los resultados de los comicios; o como si el resultado de estos, estuviera reflejando anticipadamente la intensión de voto en las presidenciales. Lo que creo es que muchos aspirantes al Congreso se cobijaron bajo el manto del uribismo, y salieron elegidos, así como varios candidatos también, y encabezan las encuestas: esa puede haber sido la circunstancia que explique tan curiosa coincidencia. En lo personal me sorprende que Noemí Sanín haya ganado la consulta conservadora, y que puntee con Juan Manuel Santos en las encuestas, muy lejos del resto de competidores (como anoté hace 8 días, pudo haber capturado el voto de otros partidos interesados en sacar de la contienda a Felipe Arias). Como también me sorprende que Sergio Fajardo haya caído tanto en la intensión de voto, cuando antes de los comicios se encontraba entre los punteros. Habrá que esperar nuevos sondeos de opinión, pero como están las cosas, todo indica que en las secundarias estarán Noemí y Santos diputándose la presidencia. Si no es que Santos, a pesar de su pobre oratoria frente a la fluida y cautivante de Noemí, barre en las primarias por ser quien mejor representa a Uribe. Y porqué a pesar de que el Conservatismo no negociará su candidato con el partido de la U, y se anuncien sanciones contra quienes apoyen públicamente a Santos (precisamente ese documento cerró las puertas de una coalición, si es que hay coherencia) nadie podrá evitar que los partidarios de Arias, que ven a este más cerca de Santos que de Noemí, terminen votando por este último. Si prima el voto de opinión sobre el voto de partido, creo que eso es lo que sucederá; y de Uribe para acá, ha habido un notorio cambio en la cultura política del país: el elector se ha vuelto más racional (independiente), y los candidatos preferencian los argumentos sobre los ataques personales. La utopía habla de que quienes buscan el poder (político o económico) tienen un proyecto previo (altruista) que sólo desde la posición buscada se puede realizar. En la práctica a algunos candidatos los impulsa el egoísmo y la vanidad, y terminan (cualquiera sea la instancia de poder logrado) en manos de la burocracia, sin capacidad alguna de mover el “paquidermo estatal”. Si lo miramos con pragmatismo, las diferentes ideologías persiguen el mismo fin (bienestar); sus diferencias están en el modo de lograrlo. Así que las promesas sin un plan que haga posible cumplirlas, tarde o temprano conducen al desencanto. La riqueza hay que crearla para luego repartirla, y el emprendimiento personal supera a la ingerencia del Estado, como medio de alcanzarla. *Ing. Electrónico, MBA, pensionado Electricaribe myances@msn.com

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