Columna


Encuentro de víctimas

ESTÉBAN BARBOZA PALENCIA

12 de febrero de 2010 12:00 AM

ESTÉBAN BARBOZA PALENCIA

12 de febrero de 2010 12:00 AM

Ocurrieron varios hechos de mucha relevancia internacional en lo que va del 2010 en nuestro país. Para las organizaciones defensoras de DDHH, el primero fue el reconocimiento de culpabilidad por parte del Estado colombiano ante la CIDH, por el asesinato del Senador Manuel Cepeda Vargas en 1994, por acción de agentes estatales. El segundo fue el del grupo de senadores estadounidenses, los cuales criticaron el deterioro de los DDDHH en Colombia y el fracaso de las políticas de fumigación, pidiéndole a Obama reducir aún más la ayuda militar a Colombia, mediante carta firmada por los senadores demócratas, Patrick Leahy, Chris Dodd y Russ Fiengold, los tres con cargos de mucha importancia en el control y manejo de la ayuda a nuestro país, originando el recorte de 55 millones de dólares anunciado por Washington para el próximo año. El tercero fue la defensa que el viceministro de Relaciones Laborales, Ricardo Andrés Echeverri López, presentó a miembros del Parlamento Europeo (PE) en Bruselas sobre los supuestos "avances" en la lucha contra el crimen y en la protección de líderes sindicales en Colombia, en la recta final de la negociación de un TLC con la UE, hechos que fueron cuestionados duramente por muchos eurodiputados y por el delegado de la CUT, Alberto Vanegas, recordando que en 2009 asesinaron 40 sindicalistas en Colombia. El cuarto fue una misión de parlamentarios españoles, que denunció el viernes la "vulneración sistemática" de los DDHH en Colombia, que es consecuencia del "conflicto social, político y armado interno" y pidió vincular el tema a la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europa (UE), bajo la presidencia de España en la UE, que empezó a hacerse efectiva en enero de 2010. El quinto desde el exterior fue el informe de Human Rights Watch sobre el resurgimiento del paramilitarismo en Colombia. El sexto fue el reconocimiento de Jorge Noguera de que él les hacía seguimiento a los sindicalistas y le entregaba el informe al mismo Uribe. Sobre el movimiento sindical sigue pesando una crisis humanitaria grave que se expresa en los 2.734 sindicalistas asesinados, y en lo que va del año 2010 (2), la CUT con el apoyo de la Escuela Nacional Sindical y otras organizaciones nacionales e internacionales, le apostaron convocar a los familiares de nuestros dirigentes y activistas asesinados al II Encuentro Nacional de víctimas de Violencia Anti sindical con el lema, “¡Por verdad, Justicia, Reparación y no repetición, No más impunidad!”, que se realizó el 4 y 5 de febrero de 2010 en Medellín. La etapa de juzgamiento de los asesinatos de sindicalistas, de 1986 a diciembre 2009, reportaban una impunidad del 95,5%, no sólo porque las sentencias contra los autores son pocas sino porque el homicidio de sindicalistas continúa. También es sinónimo de violencia del Gobierno, haber reestructurado 412 entidades públicas, suprimido más de 40 mil cargos y liquidado la empresa para acabar con el sindicato y la convención colectiva y crear inmediatamente una nueva con las mismas funciones. La CUT compromete todos sus esfuerzos en la exigencia de procesos de reparación integral a las víctimas de la violencia anti sindical, demandando del Estado el derecho a la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición. *CUT BOLÍVAR cutbolivar@gmail.com

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