Columna


Espacio público y calidad de vida

ALICIA BOZZI MARTÍNEZ

19 de agosto de 2010 12:00 AM

ALICIA BOZZI MARTÍNEZ

19 de agosto de 2010 12:00 AM

Las ciudades deben involucrar al espacio público en su desarrollo como un elemento integrador; como un área de inversión social de los municipios y como un sistema, articulando en su planeación y en su gestión los bienes de uso público, los de uso privado y los elementos de tipo ambiental. Su gestión debe ser el resultado de una acción institucional coordinada, local y regional. Estas fueron algunas afirmaciones de Óscar Acosta, experto invitado por los Proyectos Cartagena y Barranquilla Cómo Vamos a la mesa de espacio público realizada en días pasados. Acosta se basó en un estudio sobre la gestión del espacio público en 16 municipios de Colombia, que parte del análisis de los Planes de Ordenamiento Territorial y Planes Básicos de Ordenamiento Territorial en relación con el manejo del espacio público de esos municipios, nutrido con talleres, encuestas y la revisión de documentos legales y de política. Entre los municipios evaluados se encuentran Barranquilla y Cartagena. Frente a las debilidades identificadas, el panorama nacional es desalentador: falta capacidad técnica en las administraciones municipales; hay baja incorporación de las políticas nacionales en los POT; hay desarticulación entre las políticas de recuperación y las de control y falta de programas que impidan que los vendedores informales desalojados retornen; es difícil obtener indicadores y faltan criterios claros para medir el espacio público; falta conciencia ciudadana; falta voluntad política; hay multiplicidad de entidades competentes con funciones desarticuladas; y es imposible cobrar tasas o impuestos por ocupar el espacio público. Por ello, hubo recomendaciones generales para tener en cuenta al ajustar y establecer la base de la política nacional de espacio público, fortaleciendo la gestión regional y local. La política debe apuntar a que el espacio público sea el elemento integrador de las ciudades y el eje de su desarrollo. Debe incentivar la apropiación colectiva del espacio público para que las personas sean conscientes de su valor social, económico, cultural y ambiental. Debe ser el resultado de una gestión institucional coordinada y establecer mecanismos para la restitución, especialmente de playas y zonas ocupadas por ventas informales de cualquier estrato. Dentro de las estrategias propuestas para su manejo se mencionan: el fortalecimiento educativo, la participación ciudadana, la gestión privada y darle valor al espacio público de los bienes de interés cultural. Hay que definir espacios para la reubicación de vendedores, definir compromisos interinstitucionales, adaptar construcciones comerciales, crear créditos de capital semilla e incluir la productividad. El espacio público es un aspecto estructurador del desarrollo urbano y la calidad de vida, razón por la cual sería útil tener en cuenta las conclusiones de este estudio en la revisión del POT en Cartagena, en la construcción de indicadores para medir generación y gestión del espacio público, y en el proyecto de reglamentación integral del espacio público que adelantan la Gerencia de Espacio Público y Planeación Distrital. *Coordinadora Cartagena Cómo Vamos coordinacion@cartagenacomovamos.org *Rotaremos este espacio entre distintos columnistas para dar cabida a una mayor variedad de opiniones.

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