Columna


Estatuto agalludo

JAIME ALBERTO RESTREPO CARVAJAL

22 de agosto de 2010 12:00 AM

JAIME ALBERTO RESTREPO CARVAJAL

22 de agosto de 2010 12:00 AM

La exposición de motivos del nuevo “Estatuto Tributario de Cartagena” parece más un ejercicio académico que una estrategia hacia la competitividad. Parte de lo que todos sabemos: se necesita más inversión pública para superar la enorme pobreza y desigualdad. Para hacer “sostenible” dicha inversión, hoy 22% de los ingresos fiscales, el Distrito pretende subirla a 40% en 2011, incrementando la carga fiscal 18% o sea 8 veces la inflación. La Administración, pensando con el deseo, propone un Estatuto agalludo que rompería el saco de su ambición con menos recaudo de lo esperado en su último año de gobierno. Aumentar tarifas, sin gradualidad (solo a la Defensa Nacional será escalonada), cuando un reavalúo acaba de subir 120% la base del predial (al pasar de 11 a 24 billones de pesos), raya en el descaro; máxime si falta actualizar 15% de predios en 2011 y la base llegó al tope (el valor catastral casi igualó (incluso, superó) al comercial. El nuevo avalúo triplicó el escenario más optimista que tenía el Distrito, a quien ya se le olvidó. Menos mal que el documento advierte: “En discusión. No citar. No copiar”, porque hay errores matemáticos, cuadros confusos, incoherencias, escenarios ingenuos y un tufillo anti empresarial que devela un afán improvisado. Aceptando la invitación a “discutirlo”, hago estas observaciones, sin referirme a las tarifas arbitrarias de Industria y Comercio (por falta de espacio): Lo importante del documento es lo que oculta: La enorme cartera morosa del predial de $650.000 millones, equivalente a 10 años de recaudo o 60% del actual presupuesto distrital: ¡17 veces lo que aspiran recaudar de más la reforma! No hay estrategias para que 1 de cada 2 pesos facturados deje de ser incobrable; ni compara el índice de recaudo, costo por M2 y arriendos con otras ciudades. Resulta insensato seguir con dádivas a quiénes no las necesitan, como exonerar de predial al estrato 6 del Centro para “conservar y proteger el patrimonio histórico”, obligación que debe hacer cumplir la Secretaria de Planeación y Curadurías si fueran más drásticas: ¡el alto valor de esas propiedades es el histórico! Este regalo invita a muchos pudientes (no residentes en la ciudad, su mayoría), a ser insolidarios con los problemas sociales de Cartagena. La propuesta de exonerar por 5 años a parqueaderos nuevos en el Centro para solucionar la movilidad es válida y debería extenderse al resto de la ciudad y por 10 años porque en muchas vías es prohibido estacionar y además las tarifas de parqueo serían “controladas” por el Distrito, como en otras ciudades. La propuesta “Robin Hood” de exonerar de predial (incluso más de 100% por ser acumulable en 5 años), a quien emplee a pobres y compre a proveedores de Cartagena suena muy popular pero es impráctica. ¿O convertirán a la Secretaria de Hacienda en otra DIAN para verificar el “origen cartagenero” de cada compra y constatar si “son pobres de Red Juntos o Cemprende” los empleados (únicas opciones)? Con otra exigencia inaudita: la beneficiaria tiene que estar “afiliada a una institución gremial” ¿a cuál colega se le ocurriría este gorila discriminatorio y hasta inconstitucional? Los lotes sin construcciones serán los más “castigados” (verbo inapropiado para un Estatuto Tributario) porque hay que “habilitarlos para la oferta con fines de expansión urbana y productiva”. Bastante discutible que predios en Barú, Norte o del llamado Triangulo Social se desarrollen más rápido sólo por altos impuestos, y no por llevar allá servicios públicos, transporte (movilidad), etc. La lectura desapasionada del documento deja la preocupante sensación que Cartagena es, y seguirá siendo, la ciudad más cara para vivir, pasear y tener empresas. *Ing. Civil y MBA, Directivo Empresarial restrepojaimea@gmail.com

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