Columna


Experiencia de vida

REDACCIÓN COLOMBIA

22 de julio de 2010 12:00 AM

FADIA MORAD AMÍN

22 de julio de 2010 12:00 AM

En turismo, como en cualquier sector económico, nos basamos en indicadores para analizar su rentabilidad. Cartagena no es la excepción. Nuestro destino es turístico y este es un negocio. Todas las instituciones locales y nacionales vivimos pendien-tes de las cifras; ¿cuánto dinero deja cada uno de los segmentos o productos? En mi caso, como directora del Cartagena Convention Bureau, puedo decir que un turista de reuniones (congresos y convenciones) deja alrededor de 300 USD por día de congreso (estudio reciente, realizado en alianza con la Camara de Comercio de Cartagena). Lo mismo se pregunta la Corporación de Turismo Cartagena de Indias, Proexport y todos los relacionados con el sector y con el destino: ¿Cuánto le deja el turismo a la ciudad? Hoy no me detendré en esa discusión, hablaré de uno de los segmentos más cues-tionados por el ingreso de dinero a la economía local, desde el punto de vista de un tripulante: los Cruceros. Bien sabemos que el gobierno del Presidente Uribe rescató los cruceros para el pa-ís, y también sabemos que somos la ciudad mejor preparada para atenderlos. Pero ¿qué piensan los turistas al desembarcarse, cuando dejan el miedo que alguna vez les produjo la palabra Colombia y deciden tomar un tour sin saber qué encontrarán? Relato de un aventurero: “Eran las 8:25 de la mañana cuando me informaron que alrededor de las 9:00 esta-ríamos atracando en el tan afamado Puerto de Cartagena de Indias, el cual me in-quietaba conocer por todas las maravillas que de él pude admirar en la información que había en el crucero que abordaba. “Cuando por fin pude desembarcar, el autobús nos condujo al Centro Histórico de la ciudad, donde mi primera impresión fue la intensidad del sol en esta ciudad; ilu-mina todo, te descongela el alma. “Al entrar a la ciudad amurallada, e iniciar el rápido recorrido por algunas de sus calles, en compañía de quien intentaba revivirla con sus historias, mis ojos se de-leitaban admirando la increíble infraestructura al estilo colonial, las casas con bal-cones floridos, y significativos monumentos que no había apreciado en ningún otro sitio visitado. Fue sólo materializar lo que en varías ocasiones leí. “Después de conocer la ciudad vieja, quise hacer un paralelo con el sector moder-no; abordé un coche tirado por un caballo y solicité que me dieran un toque de contemporaneidad. No lo podía creer, a pocos minutos de siglos y siglos, tenía mo-dernas edificaciones y grandes hoteles que no dejan nada que envidiarle a las gran-des ciudades. “Ya iban siendo las 4:00 de la tarde y debía apresurarme; no me quedaba mucho tiempo en la ciudad que merecidamente llaman ‘Corralito de Piedras’. “Podría seguir contándole, expresando todas esas sensaciones, efímeras por el corto tiempo, pero que perdurarán en mi corazón y mente como un recuerdo de historia, de gente alegre, de vida pura, de autenticidad”. Resumo entonces: para ellos (visitantes) es una experiencia de vida, para los que trabajamos en turismo, es una responsabilidad mantener esa promesa y para los cartageneros debe ser un orgullo tener tal distinción. *Directora Ejecutiva Cartagena de Indias Convention Bureau. direccion@cartagenaconventionbureau.com *Rotaremos este espacio entre distintos columnistas para dar cabida a una mayor variedad de opiniones.

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