Columna


Exportando agua virtual

REDACCIÓN SOCIALES

31 de mayo de 2010 12:00 AM

MAYRA HERNÁNDEZ DE CAVELIER

31 de mayo de 2010 12:00 AM

Es cada vez más importante poner la importancia del agua dulce en el contexto global. Su agotamiento y contaminación a menudo están vinculadas estrechamente a la estructura de la economía mundial. El agua es frecuentemente utilizada para producir bienes exportables y por lo tanto, el comercio internacional de productos básicos implica transferencias de larga distancia de agua en forma virtual, que se entiende como el volumen de agua usado para producir una mercancía y que está prácticamente incluida en ella. Así lo indica una investigación reciente sobre “La relación entre comercio internacional y escasez de agua dulce”, de Arjen Hoekstra, Profesor en la Gestión Multidisciplinar de Agua, en la Universidad de Twente (Holanda). ¿Cuánta agua se requiere para producir banano, café o flores, algunas de las exportaciones colombianas? El conocimiento sobre el agua virtual en los flujos de entrada y salida de un país puede emitir una luz completamente nueva sobre la escasez de agua real de una nación. Por ejemplo, las importaciones de Jordania, de 5 a 7 mil millones de m3 de agua virtual al año, están en agudo contraste con los 1 mil millones de m3 de agua extraída anualmente de fuentes de agua doméstica. Esto significa que la población de Jordania, aparentemente sobrevive debido a la importación de mercancías producidas con agua de otros lugares. Este informe revisa, entre otras, las normas de comercio internacional para promover un uso mundial de agua más racional, demostrando que la importación de productos intensivos en agua reduce la demanda de agua nacional, lo que es atractivo para países secos, como en el Oriente Medio y Norte de África. ¿Los negociadores de Colombia del TLC con la Unión Europea contemplaron este aspecto? ¿Es el agua otra sesión que aún tiene que hacer el agro colombiano? Ya tenemos suficiente con los resultados negativos que se prevén para la ganadería del país, y el uso indiscriminado del agua es un riesgo más grande con el Fenómeno del Niño, cada vez más frecuente y severo. El uso eficiente del agua puede aumentarse mediante la inclusión de su escasez como un factor en las decisiones comerciales y los TLC. Hay un desequilibrio entre los acuerdos comerciales internacionales y el uso sostenible del agua. Los acuerdos internacionales sobre la liberalización del comercio de productos agrícolas -como se está negociando en la Organización Mundial de Comercio- (OMC)- deberían incluir disposiciones que promuevan el uso sostenible del agua en la agricultura. Pero hasta el momento, la OMC explícitamente se abstiene de hacer acuerdos medioambientales. Bajo esta nueva perspectiva, Colombia tiene riesgos al seguir exportando su agua gratis y sin ninguna compensación. Por tanto, tenemos grandes retos y oportunidades: por una parte, buscar nuevos mercados y negociaciones comerciales para productos agrícolas con países que tengan escasez de agua o que no cuenten con la riqueza hídrica que poseemos en Colombia, negociando aranceles o compensaciones que promuevan la conservación de los recursos hídricos que tanto exige la Unión Europea, Estados Unidos y muchas otras economías. También es necesario seguir concientizando y educando a la población sobre el uso adecuado del agua, y del valor que tiene para nuestra supervivencia y competitividad, y para el futuro de la humanidad.

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