Este informe es punto de partida para investigaciones alrededor del emprendimiento y en países y regiones se adapta el modelo para aplicaciones particulares en zonas donde se quiere determinar de manera particular la Nueva Actividad Empresarial (Total Entrepreneurial Activity-TEA), que mide la tasa total de nuevas actividades empresariales en la región o país objeto de estudio. Esta tasa en países latinoamericanos como Colombia y Perú es la más alta del mundo. Esto es algo que lastimosamente se toma como positivo, pero en la práctica no es conveniente ni totalmente beneficioso. Eso lo que indica es que hay tantas necesidades de oportunidades que las personas se convierten en empresarios sólo por la necesidad de subsistir. Es decir, tener algo de qué vivir y lo que es peor, demostrar que sirven de algo. Eso se refleja en una dinámica mayor de empresas nuevas que se crean, y que se acaban rápidamente. Algo parecido se resaltó con Bogotá, donde se muestra que la TEA es la más alta de América Latina. Eso sólo quiere decir que somos un país con tantas necesidades, que las personas desarrollan emprendimientos sin búsqueda de ninguna oportunidad y sin un norte empresarial que permita lograr una sostenibilidad, y lo anterior sin contar con todos los pasos que hay que llevar a cabo para formalizar desde un principio la idea de empresa. El GEM el año pasado se realizó en 54 países establecidos en tres tipos de economía. Colombia se clasificó en los países de Economías Impulsadas por la Eficiencia. Esta es una caracterización realizada por el modelo. En esta clasificación se encuentran economías como Argentina, Croacia y China, entre otros. Existe una clasificación mayor, denominada por la innovación donde se encuentran los países más competitivos como Finlandia, Japón, Noruega, Francia, Alemania y Estados Unidos, entre otros. El GEM 2009 para Colombia hace diferentes recomendaciones que van desde el incentivo de concursos que premien el esfuerzo de proyectos empresariales en jóvenes universitarios, el apoyo financiero por parte de entidades de gobierno, la creación de centros empresariales apoyados por el Ministerio de Industria que se articulen con jóvenes universitarios, apoyar las empresas de jóvenes con formación en posgrados, y desarrollar políticas de promoción en los medios que inviten y motiven a los colombianos a considerar los procesos de creación de empresas como mecanismos válidos para el desarrollo de sus carreras profesionales. En las instituciones de educación superior se requiere lograr que la creación de empresas y desarrollo de la cultura empresarial se vuelvan un asunto transversal a todos los programas y que todas las universidades creen sus centros de apoyo a la actividad empresarial, con el propósito de que sus estudiantes y futuros egresados estén capacitados, no sólo para desempeñarse como empleados, sino también para actuar como empresarios. Y por último, algo a destacar es que se deben incrementar las acciones de simplificación de los trámites administrativos y legales para la creación de empresas, más allá de lo hecho hasta ahora por parte de los gobiernos locales y nacionales. *Profesor Universidad Tecnológica de Bolívar larrau@unitecnologica.edu.co
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