Gloria compartida

Invitado por el historiador Antonio José Cacua Prada, presidente de la Academia Patriótica Antonio Nariño, asistí el martes en Bogotá a un hermoso acto de celebración de nuestra gesta libertaria, con ocasión de la aceptación como miembro de esa prestigiosa Academia del doctor Miguel Ángel Santiago Reyes. Al acto fueron el Coronel (r) Castillo, presidente de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, y el Agregado Militar de la Embajada de Argentina, coronel Alejandro Luis López. Ecopetrol, hace veinte años, y con la colaboración del doctor Santiago Reyes, reconstruyó la odisea cumplida desde Guadualito, en el Estado Apure, en Venezuela, hasta el Puente de Boyacá; parte de cuyo recorrido se repite por estos días, pero no desde la población venezolana aunque se mantenga la proyección de la participación de soldados y oficiales patriotas de los dos países hermanos. Destacamos que aquella gesta entraña una gloria compartida de los dos pueblos, y que sería una verdadera desgracia que doscientos años después, los ejércitos de los dos países batallaran para destruirse; hipótesis indeseable, pero que habrá que contemplar para que el gobernante venezolano ponga a discreción su ánimo pendenciero y deje de considerarse como Bolívar redivivo, nuestro Libertador, quien sólo pensó en la integración americana y nunca en su fragmentación con teorías disociadoras como las concebidas por el cerebro alucinado del coronel presidente venezolano. Hay necesidad, entonces, de asumir una conducta no propiamente contemplativa en estos momentos difíciles, sino muy activa de los dos pueblos para frenar una guerra insensata. La movilización, las grandes marchas, para conjurar el peligro común, deben organizarse por entidades cívicas de los dos países, así hayamos contemplado ayer que la Guardia venezolana hubiera interrumpido a manifestantes que habían partido de San Cristóbal, en Venezuela, y desde Cúcuta, en Colombia, para encontrarse en el puente común e intercambiar banderas a nombre de la paz. En Colombia, no debe aprovecharse la coyuntura para hacer política doméstica. Los dirigentes del Polo, por ejemplo, han viajado a Caracas seguramente para hacer conocer sus criterios adversos sobre el acceso de fuerzas militares gringas en las siete bases militares colombianas, y llevando el mensaje de que estas bases serian comandadas por oficiales gringos, lo cual es totalmente falso si es que uno cree en la palabra de un oficial tan respetable como el general Freddy Padilla de León, quien precisamente en declaraciones que leímos y escuchamos, destruyó semejante infundio. Por otra parte, la invitación del presidente Chávez al ex presidente Ernesto Samper abre serios interrogantes, y ojalá tengan una repuesta positiva para nuestro país. Los perjuicios económicos para Colombia son inmensos, ante las determinaciones absurdas del acalorado mandatario venezolano de cerrar las fronteras a productos colombianos, pero para los venezolanos no es menos grave la suspensión de suministros alimenticios a su país, donde contrasta la riqueza petrolera con la pobreza de millones de venezolanos sin empleo, y para quienes la escasez de productos básicos de la canasta familiar de origen colombiano, se volvería insoportable. *Ex congresista, ex ministro, ex embajador. edmundolopezg@hotmail.com