Columna


Imposición del salario mínimo

HERIBERTO PUERTA LEÓN

23 de octubre de 2009 12:00 AM

HERIBERTO PUERTA LEÓN

23 de octubre de 2009 12:00 AM

Todos los fines de año asistimos a la alharaca que el Gobierno forma con la tristemente célebre “negociación” del Salario Mínimo Legal Vigente (SMLV), de manera tripartita con sus representantes, los empleadores y los trabajadores. Esta conformación, de entrada pone en desventaja a los trabajadores, porque siempre los intereses del Gobierno y los patronos coinciden en contra de obreros, campesinos y servidores públicos. Recordemos que se fijan los salarios de la ciudad, del campo, sector privado y los emolumentos de los trabajadores estatales. No se trata de ninguna “negociación” como eufemísticamente la llama el Gobierno. Desde inicios de año, los economistas del establecimiento, los áulicos del régimen, y los adalides del modelo económico neoliberal, como el Banco de la República y Fedesarollo, van indicando cuál será el “monto” de tan cacareado aumento, con todas las argucias que la verborrea de los indicadores económicos les permiten, para “decidir” que el SMLV sólo puede aumentarse muy ínfimamente. Ya han señalado que el aumento mísero de los trabajadores estatales, no superaría el 4% y por ende los del sector privado. Algunos sectores de los trabajadores en esta “negociación salarial” han expresado que no vale la pena participar en estas conversaciones, sin embargo, en la CUT hemos creído necesario dar la discusión en estos espacios, dentro de un espíritu democrático, para dejar las constancias históricas de los “equívocos preestablecidos” de los gobiernos de turno. El dúo gobierno y empleadores, finalmente, se sale con su artimaña e impone el SMLV por decreto. Este año se dirá que la recesión económica mundial impide un mayor aumento. Aquí desaparece el argumento del “blindaje” de la economía ante la crisis. Pero cuando el país se benefició de la burbuja económica, tampoco el salario fue aumentado en los términos justos. La tercerización en las relaciones laborales, las Cooperativas de Trabajo Asociado (CTA), entiéndase “cooperados” doblemente explotados y la pérdida de prestaciones extralegales, mediante las reformas constitucionales en materia laboral, conquistadas a través de la historia a costa de lágrimas, sudor y sangre, son factores que profundizan la crisis social de nuestro país. Está demostrado que un SMLV no satisface las necesidades básicas de una familia. El aumento del subempleo o “rebusque” lleva a millones de familias a subsistir con menos de un dólar diario. El desempleo, desplazamiento forzado de miles de campesinos y la migración de trabajadores al exterior, han llevado a los colombianos a engrosar la alarmante cifra de mil millones de seres humanos que padecen hambre en el universo. Las cifras maquilladas del DANE, con subterfugios y todo para ocultar palpables realidades, indican que 20 millones de colombianos vivimos en la pobreza y de ellos un gran número sobrevive en la miseria absoluta. ¿Hasta dónde llega nuestro conformismo, pasividad y por qué no decirlo, “masoquismo”, frente a las políticas salariales de los gobiernos de turno? ¿Cuándo despertará nuestro pueblo ante tamaña opresión? La CUT, llama a todos los trabajadores a la organización y a fortalecer la lucha social por condiciones dignas de vida. Los desempleados, los trabajadores informales y los pocos asalariados que resisten sobrevivir con el SMLV, excesivamente mínimo, debemos hacer frente común en procura de cambiar los destinos de nuestra sociedad por una incluyente, con justicia social y satisfacción de las necesidades básicas. *CUT BOLÍVAR cutbolivar@gmail.com

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