La convidada de piedra

Cada mañana abro con expectativa los periódicos, sintonizo las emisoras, reviso los blogs en internet y nunca aparece una referencia. Oigo atentamente los debates, los pronunciamientos de los candidatos presidenciales, y tampoco encuentro nada. Hay dosis inmensas de información sobre lo que dice o deja de decir el mandatario venezolano y sus efectos en la campaña presidencial colombiana; hay horas de discusiones sobre si un candidato ofreció o no un cargo a determinado funcionario; se devanan los sesos resolviendo cuestiones hipotéticas rebuscadas sobre ataques a (o de) países vecinos, y hasta violaciones o secuestros a las hijas de los candidatos, pero nadie dice nada y, lo que es peor, nadie pregunta nada, sobre las propuestas de cultura para el próximo cuatrienio. Parece increíble que faltando menos de un mes para las elecciones, la cultura –la manifestación de lo que somos, pensamos y deseamos como nación–, siga siendo la convidada de piedra. Como bien dice Carlos Fuentes, la cultura es “la pluralidad de nuestro quehacer social (…;). Es la manera de no olvidar que estamos en el mundo”. Pero parece que a los colombianos no nos importara promoverla ni defenderla. ¿Qué planes hay para el Ministerio de Cultura? ¿Dejará la cultura de ser la última del presupuesto? ¿Cómo se fomentarán talentos nuevos? ¿Cómo se reemplazará el Plan Decenal de Cultura 2001-2010? ¿Aprovecharemos nuestro potencial inmenso como receptor de turismo cultural? ¿Qué se hará con el patrimonio cultural? Colombia tiene cinco sitios declarados patrimonio mundial por la Unesco: Cartagena, Mompox, el Parque Nacional de los Katíos, y los parques arqueológicos de San Agustín y Tierradentro, y cuatro eventos o lugares considerados obras maestras del patrimonio oral e intangible de la humanidad: los carnavales de Barranquilla y de Pasto, San Basilio de Palenque y las procesiones de Semana Santa en Popayán. La cultura es la que nos une a pesar de las diferencias, puede ser también un motor de desarrollo, que nos sirva para generar empleo, dignificar la vida de la gente y avanzar en el cumplimiento de los retos del milenio, los cuales Colombia no podría cumplir en el 2015. Para aportar al cumplimiento de estos retos, hace unos años dirigí una iniciativa para crear la Red de Hermandad de Ciudades Americanas Patrimonio de la Humanidad, que tenía como fin diseñar y presentar programas para combatir la marginalidad en estas ciudades, en áreas como el turismo y la vivienda, además de promover políticas y orientar recursos hacia la eliminación de la exclusión social y la pobreza. La Red no salió adelante por falta de apoyo oficial. También hay una gran responsabilidad en los medios de comunicación. Los candidatos contestan lo que los periodistas les pregunten, y no he escuchado una sola pregunta que indague por las propuestas culturales. En medio de esta campaña, que a menudo se pierde en consejas, desmentidos e hipótesis, o se queda en los análisis de encuestas, qué bueno sería tener a la cultura en un lugar importante del debate. *Ex ministra de Cultura Directora Teatro Adolfo Mejía galeriachicamorales@yahoo.es *Rotaremos este espacio entre distintos columnistas para dar cabida a una mayor variedad de opiniones.