Columna


Láser azul y acné juvenil

ADOLFO GÓMEZ AGÁMEZ

03 de julio de 2009 12:00 AM

ADOLFO GÓMEZ AGÁMEZ

03 de julio de 2009 12:00 AM

El acné es una de las afecciones dermatológicas más frecuentes y se observa primordialmente en la pubertad. Esta patología afecta a la unidad pilosebácea con aumento de la producción de sebo y posterior producción de comedones y proliferación bacteriana en los mismos. El origen es multifactorial estando entre ellos los factores hormonales, genéticos, medicamentos y de estrés entre otros. El proceso cutáneo se presenta con lesiones pleomórficas que nos darán las distintas formas y grados diferentes de severidad, que se manifiestan con lesiones que van desde comedones abiertos (puntos negros) o cerrados (blancos), pápulas, pústulas, nódulos y quistes ó abscesos y secuelas cicatriciales. En las formas inflamatorias se observa como germen contaminante más usual el Propiniobacterium acnés, el cual determinará el componente inflamatorio de las lesiones. En el tratamiento del acné existen diferentes terapias aunque muchos pacientes no responden adecuadamente al tratamiento o producen efectos secundarios no deseables. Es conocida desde la antigüedad la mejoría del proceso acnéico en los meses de verano, probablemente relacionada con la exposición solar. Últimamente estudios de Stillman y Shalita, así como los de Papageorgiou han observado que el P. acnés produce porfirimas endógenas en su proceso metabólico normal, siendo esta sustancia reactiva a la luz azul y en menor medida a la luz roja, produciendo una reacción fototóxica para la célula bacteriana. Todo ello provocará la destrucción de la misma y con ello la mejora del proceso acnéico inflamatorio. La utilización de la luz visible azul-420 nm- en el acné inflamatorio produce este efecto fototóxico, es decir, actúa sobre las porfirinas producidas por el Propiniobacterium acnés. Se ha observado que la aplicación como monoterapia, de 8 sesiones (2 veces por semana) de 15 minutos de dicha emisión azul a una intensidad lumínica de 70 a 90 mW/cm2, produce en acné inflamatorio leve y moderado una mejora altamente significativa entre el 70 al 80% en la reducción del número de lesiones inflamatorias. Su eficacia puede compararse a los efectos obtenidos con antibióticos orales, aunque más rápido y sin los efectos secundarios asociados con fármacos anti acné de administración tópica u oral. La experiencia nos ha enseñado que la Fototerapia con el laser azul es una alternativa no invasiva y que unida a los tratamientos tradicionales con antibióticos tópicos u orales, puede ser mucho más efectiva y eficiente, si lo medimos desde el punto de vista resultado y tiempo. Así las cosas, podemos decir que el acné, que antes se consideraba incurable, dejando secuelas antiestéticas, hoy es clínicamente curable en corto tiempo con el láser de luz azul. a_gomezagamez@hotmail.com

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