Columna


Le apostamos a Santos

EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ

27 de abril de 2010 12:00 AM

EDMUNDO LÓPEZ GÓMEZ

27 de abril de 2010 12:00 AM

Más de mil liberales –dirigentes y líderes populares- que no siguen las orientaciones del doctor Pardo Rueda, nos citamos en el Hotel Tequendama el viernes de la semana pasada para adherir a la candidatura del doctor Juan Manuel Santos. Fue un hecho de gran fervor político, que desbordó las expectativas de sus organizadores, pues muchos de los asistentes debieron ocupar salones contiguos para seguir a través de pantallas de video los pormenores del evento y escuchar la trascendental declaración política del Movimiento “Ciudadanos Liberales con Santos”. Fue un gran acontecimiento político, cuya importancia ha querido desvirtuarse con declaraciones desapacibles del candidato Pardo y de su secretario adjunto, el senador Cristo, quienes, lejos de reconocer la magnitud de ese acto, donde concurrieron figuras de la juventud, de las mujeres, de los sectores empresariales y del trabajo, y también viejos servidores del Partido: ex ministros, ex magistrados de las Alta Cortes, ex congresistas, ex gobernadores, ex alcaldes, ex diputados y ex concejales, optaron por agraviar a quienes por tener edad avanzada participamos en el evento; agravios que más que afectar a sus destinatarios demuestran que tanto al candidato como a su alzafuelles, les han quedado grandes las responsabilidades que pusieron en su manos. Vaya manera torpe de responder a una posición política, que así no se comparta, ha sido producto de un examen objetivo de la crisis del Partido Liberal; crisis que ha tenido su expresión en todas las encuestas, en las cuales el candidato escogido por el PLC sólo refleja un 4% de opinión. Los planteamientos hechos en la mencionada declaración política, merecen ser conocidos por el liberalismo. Se propone una alianza programática con Santos, antes de la primera vuelta, para que el Partido se convierta en el gran protagonista de la victoria del candidato que, desde el poder, le podría garantizar al Partido Liberal el regreso al gobierno en las elecciones del 2014. Así de claro. Por supuesto, que si las expectativas fueran otras, esto es, si el doctor Pardo tuviere alguna posibilidad de triunfo, la alianza con el candidato Santos no tendría sentido alguno. Hemos opinado que la doble condición que ostenta el doctor Rafael Pardo, la de candidato y jefe del Partido, le impone responsabilidades éticas y políticas insoslayables. Éticas, en cuanto no puede poner sus propios intereses como candidato por encima de los del Partido, y políticas, por la razón potísima de que no le puede ser indiferente el futuro del liberalismo, que con una quinta derrota se acercaría al final de su historia. Deberá reconocerse que más del 60% de las fuerzas liberales han disentido de esa posición equivocada de los directores oficialistas del Partido. Y, si el Partido Liberal es el partido del pueblo, según lo definiera Gaitán (de quien no se acordó la dirigencia oficialista el 9 de abril) y tal como lo proclaman sus estatutos, la razón está con quienes hemos ejercido el derecho de disentir y no con los voceros de la élite liberal que ha venido dirigiendo nuestro Partido, a contrapelo de los verdaderos sentimientos de sus bases. En consecuencia, muchos liberales preferimos apostarle a la prosperidad democrática y la unidad nacional que propone Santos. *Ex congresista, ex ministro, ex embajador. edmundoloezg@hotmail.com

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