Columna


Literatura e integración

AURELIO MARTÍNEZ CANABAL

03 de febrero de 2010 12:00 AM

AURELIO MARTÍNEZ CANABAL

03 de febrero de 2010 12:00 AM

Con razón Mario Vargas Llosa, durante el reciente Hay Festival de Cartagena de Indias, subrayó la importancia de la producción literaria latinoamericana en la integración regional. Destacó la contribución que, para el mejor conocimiento y comunicación de las naciones de esta parte del hemisferio, tuvo el “boom” del cual Vargas Llosa fue un protagonista sobresaliente. Hasta ese momento las relaciones sólo se daban en el terreno político y se hacían esfuerzos en lo económico. Fueron Vargas Llosa, García Márquez, y demás integrantes del grupo de escritores connotados, los encargados de revelar las realidades sociales y culturales de nuestros países, rompiendo el aislamiento de la provincia, y llevando un mensaje de acercamiento entre nuestras gentes y el resto del mundo. El Hay Festival, que en su cuarta versión cartagenera ya está consagrado como un evento de alta categoría, contribuye a incentivar otro proceso de integración. Se trata del acercamiento de hombres de letras de distintas latitudes, que participan en el certamen, y la vinculación de este elenco de intelectuales con grupos sociales de los más diversos niveles, tanto de la ciudad sede como de otras comarcas colombianas. El estímulo al interés por la literatura, y demás expresiones artísticas, especialmente entre los jóvenes, es una de las connotaciones más valiosas que se alcanzan, gracias a esta cita anual con las humanidades. Iniciado hace casi dos décadas en Hay-On-Wye, pequeña población de Gales, el Hay Festival realiza una espléndida pedagogía en las localidades más diversas del planeta. El encuentro de novelistas, poetas, periodistas y músicos cumple el objetivo doble de relacionar a figuras destacadas de la cultura y hacer posible que públicos diversos se interesen por las manifestaciones más variadas de la creación artística. Aunque es difícil hacer una reseña completa del certamen espléndido, destaco algunas de las presentaciones a las cuales pude concurrir. Deseo relievar la presencia de la cultura árabe, personificada en Ibrahim Nasrallah, Habib Selmi y Najat El Hachmi. El primero de los mencionados, al intervenir en la Gala de Poesía, puntualizó la angustia de un pueblo que por absurdas circunstancias geopolíticas se ve privado de un territorio propio. El tunecino Selmi llamó la atención sobre la cercanía así como en ocasiones el distanciamiento de las expresiones culturales en los veintidós países que conforman el entorno árabe. La novelista marroquí El Hachmi puso el acento, ya consignado en varios de sus libros, en la compleja coyuntura de quienes emigran de comarcas árabes, para luego radicarse en naciones europeas o en otros continentes. Capítulo aparte merece la actuación de Mara Carlyle. En el ámbito incomparable de Santo Domingo, la hermosa cantante e intérprete de ukelele y de sierra musical, brindó un repertorio que llegó al sentimiento del público. Composiciones británicas estuvieron complementadas con “La Vie en Rose”, la festiva “Yo me llamo cumbia” y la inolvidable “Noches de Cartagena”, de Jaime R. Echavarría, fallecido en una coincidencia lamentable, ese mismo día. Fue un broche dorado esta magnífica audición, para la excelente agenda del Hay Festival. *Abogado Consultor en Minas e Hidrocarburos. marcan2@etb.net.co

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