Lo que Sincelejo necesita

Realmente, uno va por las calles de la ciudad y la gente le llama a cada momento para pedirle, que cuando escriba en los periódicos o hable por las emisoras lo haga para que los gobernantes de turno, que nos leen y escuchan, procuren mirar por las necesidades del pueblo. Es una petición diaria y constante y la gente tiene razón. Cuando el ciudadano emite su voto, está delegando en los elegidos una responsabilidad por 4 años para que utilice al máximo los recursos que da el Estado y trate de solucionar los problemas que vienen de vieja data, tantas expectativas frustradas, tantos deseos acumulados de que los pueblos se enderecen por las rutas del desarrollo. Esa es, al fin y al cabo, la idea, que las ciudades y los pueblos sean administrados correctamente y que la luz se vea al final del túnel. Veo que la administración del alcalde Jesús Paternina está empeñada en estos momentos, en lograr que la gente tome conciencia de que hay que hacer un cambio en muchas cosas, sobre todo de actitud. Le doy la razón al gobernante cuando dice que el buen ciudadano no puede ser ajeno a la necesidad de que Sincelejo mejore en muchas cosas. El pueblo raso no puede seguir enredado en la velocidad de una motocicleta desordenada, ni en la incultura de quien no quiere a su ciudad. Creo que la policía no pueden estar a toda hora persiguiendo motos en el centro, pero cuando interviene para que el moto taxista irresponsable no burle los anillos establecidos ni desconozca las normas del tránsito, está en toda su razón. En esto de las campañas de educación ciudadana, señor Alcalde no hay que descansar un solo minuto, y, hasta el cansancio hay que pedirle al nativo o al que viene de otra parte, que a la ciudad hay que quererla, amarla y también respetarla. No hay que claudicar, Alcalde. Yo agregaría que de los recursos que salen de las multas a los infractores, se destine una buena parte para continuar con la pedagogía, educando a la gente de las motos, que según veo es uno de los principales problemas de esta ciudad en crecimiento. Ya en otras ciudades se ha logrado. En Cartagena, por ejemplo, pocos, por no decir nadie entra al centro amurallado en motos con acompañantes y todos quieren a esa ciudad turística por excelencia. En Sincelejo hay que hacer lo propio, seguir hasta el cansancio, pero se necesita que las campañas sean constantes, que no se noten que son de un día y luego se olvidan, dándole tiempo al desordenado para que haga de las suyas. *** Saludo complacido la presencia de un nuevo gremio periodístico en la ciudad, el que recién acaba de organizar un encuentro donde se trataron temas de palpitante interés para los periodistas de aquí y de allá. Es cierto que el periodista es muy poco dado a gremios, organizaciones y sindicatos organizados, pero también es valedero que los gremios no son los que hacen a sus integrantes, estos son tan solo accidentes ocasionales de ellos. Ojalá la nueva agremiación sirva para motivar más la integración, el respeto y la capacitación de los periodistas, en ningún caso la exclusión ni las diferencias, en el supuesto que las haya *Premio Consagración a una vida periodística 2002 bromayserio@hotmail.com