Columna


Los tres de la B

DARÍO MORÓN DÍAZ

04 de julio de 2009 12:00 AM

DARÍO MORÓN DÍAZ

04 de julio de 2009 12:00 AM

El pasado mes de mayo se recordaron dos hechos importantes en la historia de la música clásica: el natalicio de Johannes Brahms el 7 de mayo de 1833 y el bicentenario de la muerte de Franz Joseph Haydn el 31 de mayo de 1809 (1). De Johannes Brahms vale la pena destacar que Hans von Bülow, un director de orquesta y pianista alemán, expresó que a Brahms debía asignársele la tercera B del grupo de los compositores alemanes, después de Juan Sebastian Bach y Ludwig van Beethoven. Algunos contradictores consideraron la exaltación de Bülow exagerada, otros la aceptaron sin reticencias. Los primeros argumentaron la existencia de diferencias claras en cuanto a la época en que los tres músicos vivieron: Bach en el período Barroco, Beethoven en el clásico y Brahms en el romántico. Sin embargo, Bülow basó su calificación más que todo en la nacionalidad de los tres y no en el estilo de sus obras. No obstante, es menester resaltar que sí hubo una interrelación en los estilos. Bach ejerció influencia en Beethoven, como siempre lo reconoció el genio alemán nacido en Bonn. Es innegable que Beethoven admiró a Bach y consideró que él era el único compositor que tuvo "genio" y lo postulaba como el verdadero padre de la armonía. Beethoven, el genial compositor, fue el último clásico y el primer romántico. Para más veras, Christian G. Neefe, el músico mentor de Beethoven y quien más influyó en la estructura del compositor, no sólo en el aspecto musical sino en el cultural, se ocupó de instruirlo en la lectura de Shakespeare, Schiller y Goethe, así como en el estudio de “el Clave Bien Temperado de Bach”. A Johannes Brahms muchos críticos y melómanos lo consideran el sucesor de Beethoven. La Sinfonía No 1 de Brahms fue llamada la “Décima Sinfonía de Beethoven”. También tuvo gran admiración por los grandes maestros de la época clásica, Wolgang Amadeus Mozart y Franz Joseph Haydn. Las distintas etapas en la vida de Brahms, algunas de las cuales no fueron del todo llenas de felicidad, como su trabajo en los bajos fondos de Hamburgo, influyeron decididamente en la producción del músico. Brahms compuso conciertos para violín, violoncelo y orquesta. También Variaciones, entre tantas, las Variaciones sobre un tema de Handel, un género que cultivó con especial maestría. Fue prolífico en la composición de música de cámara y piezas para piano solo, así como serenatas y canciones. Johannes Brahms se identificó con la música del periodo clásico y la incluyó en algunos movimientos de sus composiciones. Bach, Beethoven y Brahms fueron los tres compositores representantes de esa identidad musical germana, que bien puede ser controvertida pero que constituye una etapa importante en la historia musical europea. Sea que pertenezca o no a la trilogía de la B alemana, con el paso del tiempo, Johannes Brahms ha sido considerado el más clásico de los compositores románticos. De él, Friedrich Nietzsche, filósofo y melómano dijo “que la música de Brahms era la música de un hombre superior". (1)Bicentenario musical. El Universal. 4-04-2009. morond@telecom.com.co

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